La muestra, que está conformada por paneles, proyecciones de documentales y exposición de objetos, pretende ser un reconocimiento a todas aquellas personas que padecieron violencia, represión o persecución, bien por razones de orientación e identidad sexual, de género, de conciencia, así como ideológicas, políticas o creencias religiosas. Personas que fueron vigiladas, estigmatizadas o que sufrieron adoctrinamiento, privación de libertad, violencia física y/o psicológica o las que se les aplicaron tratos vejatorios, violaciones, torturas e incluso hasta la aplicación de la pena de muerte. Se abordará por tanto, desde los desaparecidos de la represión franquista, la represión que sufrieron las mujeres en general, así como el colectivo de personas homosexuales, transexuales y lesbianas, hasta los niños y niñas robados, los objetores de conciencia e insumisos y todas aquellas personas que por su religión también fueron vigiladas o represaliadas, se tratará, asimismo el papel que ha jugado la sociedad civil y la reparación moral e histórica de todas las víctimas.

El marco cronológico de la exposición abarca desde el estallido de la Guerra Civil, toda la etapa de la dictadura, la denominada “transición” (1975-1978), la aprobación de la Constitución de 1978, hasta comienzos de la década de los 2000.

El concejal Carlos González destaca que “con esta exposición se quiere, de alguna manera, promover una reparación moral y, sobre todo, desde el recuerdo intentar recuperar la memoria de todas estas personas y víctimas, así como reconocer la labor de la sociedad civil”. Añade que “gracias a una parte de la sociedad española y canaria, que se rebeló contra la opresión y se manifestó públicamente, hemos ido ganando, poco a poco después de una larga lucha de décadas, derechos que hoy día parecen consolidados, pero que debemos seguir luchando para su preservación a las futuras generaciones”.