Kintsukuroi es el arte japonés de recomponer lo que se ha roto. Cuando se rompe una pieza de cerámica, los maestros kintsukuroi las reparan con oro o plata. Una pieza reconstruida es símbolo de fragilidad, pero también de fortaleza y de belleza. Como cantó Leonard Cohen: «Hay una grieta en todo, es por ahí por donde entra la luz». Mostrando y reparando las grietas del alma, las usuarias del Taller de Teatro de la Asociación Gull-Lasègue, dirigidas por Iris García, nos guiarán a través de este camino emocional para que podamos entender la lucha contra los Trastornos de la Conducta Alimentaria.