Dicen que el amor está en el aire pero, para Claudio, el aire de su ciudad natal está viciado. Así que, cargado con su música como maleta, se vuelve al pueblo de su madre donde el olor a campo, el aire puro y el impertinente Cupido entrarán por la ventana de su corazón. A partir de ese momento comienza un viaje musical, imprevisible y apasionado en busca del amor.