Por Ángeles Alemán Gómez. Profesora titular de Historia del Arte, ULPGC.

La figura de Maud Bonneaud-Westerdahl es conocida desde 1955, cuando se instala en Tenerife y adopta el apellido de su segundo marido, el crítico de arte Eduardo Westerdahl. Sin embargo, los años anteriores de su vida, significativos e importantes en relación con el surrealismo, quedaron olvidados por deseo propio y por la sociedad de la época. La investigación de su historia ha conducido a descubrir la importancia real de esta mujer extraordinaria, artista, crítica de arte y activista cultural.

Miradas a la colección es una actividad permanente que propone una visita comentada por profesionales a obras singulares de la Colección de la Casa de Colón.

Cada mes se centra la mirada y el foco sobre una pieza especial.