François Ozon, el enfant terrible del panorama cinematográfico, el "Almodóvar francés", se ha convertido por méritos propios en uno de los directores emblema del cine europeo más actual. Su última película, ´En la casa´, ha cosechado nada menos que la Concha de Oro de la 60ª edición del Festival de cine de San Sebastián.

El cineasta galo charla con nosotros y nos desvela las curiosidades 'En la casa', una comedia llena de intriga basada en la obra teatral "El chico de la última fila", de Juan Mayorga.

'En la casa' está inspirada en la obra "El chico de la última fila", de Juan Mayorga.

Me llamó la atención la relación entre el profesor y el alumno cuando leí la obra de teatro. Simpatizamos tanto con el profesor como con el alumno. Se nos ofrecen ambos puntos de vista. Normalmente, los alumnos aprenden del profesor, pero en este caso, el aprendizaje va en ambas direcciones. Las idas y venidas entre la realidad y la escritura se prestan a divertidas reflexiones acerca de la narrativa y de la imaginación. Son cuestiones algo teóricas que cobran vida en la obra

¿Cómo adaptó la obra a la gran pantalla?

La obra es un diálogo continuo. No hay actos, ni escenas realmente definidas. Los decorados no se especifican ni se diferencian, se está en todas partes a la vez: el aula, la galería, la casa, el parque. Mi primer trabajo fue crear una estructura temporal y espacial, organizar la historia en cuanto al tiempo y a las localizaciones.

A continuación pensé en situar la acción en Inglaterra. Desde el primer momento imaginé a los alumnos llevando uniforme, algo que ya no existe realmente en Francia. Pero situar la acción dentro del sistema escolar inglés requería una mayor adaptación y un largo proceso de casting. Fue entonces cuando se me ocurrió la idea de una escuela piloto que experimenta con la posibilidad del uniforme, un debate recurrente en Francia. Según avanza la película, la voz en off disminuye, sustituida por los diálogos y la imagen. Es una película.

La música, insistente, recurrente, ayuda a que nos dejemos llevar.

Sí, quería una música rítmica que enganchara al público. La melodía que se oye durante la narración de Claude transmite una sensación de continuidad, tenemos ganas de saber qué va a escribir. Impregna toda la película. Al igual que con Swimming Pool, entregué el guión a Philippe Rombi antes del rodaje, y sus composiciones me inspiraron y ayudaron a determinar mis decisiones como director.

¿Puede la película verse como un autorretrato?

No, pero sí me identifico con la relación entre Claude y Germain. Si algunos profesores significaron algo más para mí, fue porque hubo un auténtico intercambio, no me sentí totalmente subordinado. Lo descubrí bien avanzada mi educación, cuando ya sabía que quería ser cineasta. Mis padres también son profesores y lo viví de cerca durante la infancia. Sé lo pesado que es leer exámenes un fin de semana; sé que hay alumnos favoritos, que hay tensiones con el director? Conocía bien el tema..

¿Cómo escogió a Ernst Umhauer?

Claude tiene dieciséis años en la película y entendí que los actores de esa edad carecen de la madurez necesaria para el papel. Busqué actores con más edad. Durante el casting, le hice unas pruebas. Se parecía al personaje: es de una ciudad pequeña, no forma parte del círculo de actores parisinos. Es apuesto, pero su belleza es misteriosa, incluso perturbadora. Tenía veintiún años cuando rodamos, pero aún parecía un adolescente, era perfecto.Intentamos rodar cronológicamente siempre que era posible para que Fabrice descubriera a Ernst al mismo tiempo que Germain descubre a Claude.

Emmanuelle Seigner es perfecta para el papel, sin embargo no suele interpretar a este tipo de mujer.

Suelen darle papeles de mujer sexualmente agresiva, pero 'En la casa' es maternal, dulce y tierna. Queríamos que fuera ingenua, carente de ironía, nada perversa. Es indolente, tiene deseos, pero se deja llevar. Le escogimos un vestuario, un peinado y un maquillaje poco llamativos, para crear lo que Claude llama "la mujer de clase media". Pero su belleza aparece a medida que avanza la película, a través de la mirada de Claude y del amor que siente por ella.

¿Por qué no usó el título de la obra, "El chico de la última fila"?

Me pareció que el título estaba demasiado centrado en un solo aspecto de la historia, la idea del proverbial "alumno de la última fila" que destaca, que es diferente, a menudo brillante, pero que difícilmente se adapta a la sociedad. Quería abrir el campo de visión porque todos los personajes son importantes y la casa es el núcleo de la historia, como ocurre en otras películas mías. El título 'En la casa' surgió de forma natural.