Las adaptaciones de videojuegos a películas pasan por la gran pantalla sin pena ni gloria, como ´Final Fantasy´ o ´Super Mario Bros.´, aunque a veces nos llegan producciones con cierto nivel y fidelidad hacia su referente (´Silent Hill´) o incluso pasan a convertirse en toda una saga, como en el caso de ´Resident Evil´.

La próxima entrega proveniente de las consolas, ´Need For Speed´ (Scott Waughn, 2014), parece que llega alejándose de esta "maldición videojueguil", con una propuesta más cercana a otras producciones que tienen al automóvil como eje central del argumento. Las carreras ilegales y los coches de lujo son el mayor reclamo de este filme protagonizado por Aaron Paul, el Jesse Pinkman de la sublime ´Breaking Bad´, serie en la que la figura del automóvil es omnipresente y crucial para el desarrollo de la trama.

No existe un género de coches como tal, más allá de las "road movies" que centran su historia en un viaje por carretera. Aun así, muchos largometrajes de acción y thriller ganan mucho sobre ruedas. Recordamos algunos de los hitos fílmicos donde el coche pasa a ser el protagonista.

Las veinticuatro horas de Le Mans (Lee H. Katzin, 1972)

Una de las pruebas más famosas del automovilismo, en uno de los circuitos míticos en la historia de las carreras. Steeve McQueen protagonizó esta película encarnando a un piloto norteamericano que volvía a Francia a disputar la prestigiosa competición. Más que una película, ´Las veinticuatro horas de Le Mans´ se toma como un documental del motor, una auténtica oda al automóvil y a las carreras.

Ronin (John Frankenheimer, 1998)

Seguimos en Francia con este thriller criminal que se articula en torno a unos personajes, los "ronin", que actúan como mercenarios para llevar a cabo los más sucios trabajos de quienes les pagan. Auténticos asesinos a sueldo que se persiguen por las calles de ciudades francesas, que otorgan acción y frenesí por encima de una trama elaborada: lo que importan son las balas y el asfalto.

The Italian Job (F. Gary Gray, 2003)

Las películas de atracos casan a la perfección con el uso de automóviles. En este caso, el robo de un camión repleto de oro es el pretexto para urdir un plan de precisión quirúrgica para paralizar todo el sistema de semáforos de Los Ángeles. Lo importante en ´The Italian Job´ no es el atraco, sino la impresionante y sofisticada huida en Minis, que determinará el éxito de la operación.

A todo gas (2001-2013)

La saga del automovilismo por excelencia. Desde que Bob Cohen rodara la primera entrega en 2001, no han dejado de llegar entregas la gran pantalla. En concreto, a día de hoy la saga cuenta con seis entregas, con la séptima prevista para dentro de un par de ellas. En todas las películas hay un elemento cohesionador: las carreras ilegales y el tunning. Los escenarios y los protagonistas van cambiando (guardando cierta sucesión), pasando de Los Ángeles a Tokio o a Río de Janeiro, pero las premisas son las mismas: velocidad y acción a raudales.

Death Proof (Quentin Tarantino, 2007)

Esta especie de recreación u homenaje al cine de terror de serie B de los años setenta es un verdadero baño de sangre, sello personal del realizador Quentin Tarantino. Un psicópata se dedica a sembrar el terror recorriendo las carreteras en busca de víctimas, principalmente mujeres jóvenes y atractivas. Montado en su automóvil de especialista, el asesino pretende salir impune por estar "a prueba de muerte".

Cars (2006-2011)

El ´affaire´ entre Disney y Pixar dio a luz a esta película protagonizada única y exclusivamente por coches de carreras parlantes. Tal fue el éxito de Rayo McQueen y sus amigos que la película se ha convertido en toda una saga, con entregas posteriores (en un par de años estrenan ´Car 3), ´spin-offs´ (´Aviones´) y muchísimo merchandising.

Drive (Nicholas Winding Refn, 2011)

Ryan Gosling se mete en el papel de un conductor anónimo que es especialista de escenas de acción al volante (lo que en Hollywood se conoce como ´stuntman´). Durante el día lleva una vida relativamente normal pero, por la noche, se convierte en chófer a sueldo de delincuentes que quieren huir de la policía. A pesar de que ´Drive´ es una película de corte de acción, lo cierto es que gran parte del metraje es reflexivo y pausado, contrastando la calma que aparenta tener el protagonista, y toda la furia que tiene contenida y concentrada en su interior.

Rush (Ron Howard, 2011)

En la década de 1970, en el mundo de la Fórmula 1 existían dos figuras que representaban la rivalidad más pura y competitiva: James Hunt y Niki Lauda. ´Rush´ recrea los momentos más intensos entre las disputadas carreras de los dos pilotos, haciendo sentir al espectador que los duelos en el asfalto son duros, pero cargados de emoción.