Existen diversos anti-premios de los grandes galardones. El premiar a lo que se ha considerado como lo peor del cine siempre suele ser como mínimo algo gracioso. Si los Oscar tienen a sus Razzies, en España también tenemos nuestros 'anti-Goya'.

Se tratan de los premios YoGa -bonito juego de palabras- que fueron creados en 1990 por el colectivo de críticos de cine de Cataluña, Catacric. Estos premios irónicos no tienen desperdicio, y la verdad que son muy originales a la hora de titular los premios que siempre reparten.

Y es que no solo se da cera para los Goya pues también tienen su vertiente extranjera para premiar lo peor del cine internacional. Sin duda, no tiene desperdicio. Lo peorcito de la producción cinematográfica de 2014 ya tiene nombre y lo dejamos a continuación.

La peor película bajo el nombre del premio YoGa 'Requiem por un leño' ha sido para la megaproducción, Noé. El peor director, premio YoGa 'Lucy, Bom y otras chicas de (Luc) Besson' a dicho director, Luc Besson por dirigir Lucy -protagonizado por Scarlett Johansson-.

El premio YoGa 'Bastardo desencadenado', ha ido a parar a Christoph Waltz como el peor actor -el cual ha protagonizado este año Big Eyes de Tim Burton y Teorema Zero-. Y sin duda, le tiene que doler en el alma a la exitosa Jennifer Lawrence el haber ganado el premio a peor actriz bajo el nombre de 'Más dura será la caída (algo pasa en la nube)', un chiste que hace referencia al popular CelebGate.

La peor película ha ido a parar a La ignorancia de la sangre, con el sobrenombre de Premio YoGa 'En casa de Herrero, guionista de palo'. Juanfer Andrés y Esteban Roel, han sido premiados con el mérito a peor director 'con De la Iglesia hemos topado' por la película Musarañas -producida por el popular director-.

El premio al peor actor ha sido a para Jesús Castro por ser un 'Actor mínimo', juego de palabras por su participación en La Isla Mínima y además de El Niño.

La peor actriz ha sido nuestra internacional Paz Vega. El YoGa 'Resacón en la Vega 3' ha recaído en la actriz que sucumbía a la tijera para sorprendernos con su corte de pelo.

Premios llenos de humor y simpatía que al igual que los Razzies estadounidenses, ironizan aquellos proyectos cinematográficos que podrían haber sido muchísimo mejor.