Después de grabar varios días junto a Johnny Deep y "esforzarse" en poner acento de Boston, Sienna Miller se quedó fuera del montaje final de Black Mass. La actriz que dio vida durante el rodaje a la mujer del sanguinario gángster James 'Whitey' Bulger (Johnny Deep), parece tener bastante claro por qué han decidido cortar sus escenas en la película.

Durante una entrevista con Fandango, la actriz ha admitido que no le sorprendió demasiado que decidiesen eliminar sus escenas. De hecho, según comentó Miller, su participación fue concebida siempre como un cameo. "Acababa de rodar American Sniper y me dijeron '¿Quieres unirte y hacer un cameo y trabajar con Johnny Deep un par de días?' De hecho fueron sólo dos días, aunque luego se añadieron algunas escenas", explicó.

"Siempre fue un cameo. Y lo vi como una parte de la película que me parecía desechable, porque cuando conoció (James 'Whitey') a Catherine Greig, dejó de ser un gángster y su vida se hizo mucho menos interesante", comentó Miller. El propio director, Scott Cooper, ha explicado que al final decidió centrar la película en la vida criminal de 'Whitey', aunque le dio pena tener que cortar las escenas de Sienna Miller.

Aún así, la actriz confesó haberse divertido mucho durante el rodaje: "Fue una cosa divertida: llegar, trabajar con Johnny Deep y hablar con acento de Boston. No fue un trabajo duro, algo que tuviese gran impacto en mi vida".

A diferencia del cameo de Sienna Miller, la interpretación de Johnny Deep en Black Mass, le coloca de nuevo en la parrilla de salida en la carrera para el Oscar. Aún así, según las propias declaraciones del actor, Deep no está muy interesado en llevarse una estatuilla a casa.

La película, que acaba de llegar a la cartelera española, está basada en el libro Blackmass: Whitey Bulger, el FBI y un trato con el diablo escrita por Dick Lehr y Gerard O'Neill. La novela relata la historia de un mafioso e informante del FBI condenado a dos cadena perpetuas consecutivas y que actualmente cumple condena en una prisión de Arizona.

El filme arranca cuando el delincuente se convierte en el jefe de la mafia organizada en Boston. Su labor encubierta como informante del FBI le permite acabar con su mayor rival: la mafia italiana. Esta buena racha pasa pronto, ya que años después una investigación saca a la luz los negocios ilegales entre Bulger y el FBI, lo que le obliga a huir junto a su novia.