Los meses y meses de escenas que supone el rodaje de una película pueden acabar por dañar la salud mental de los actores que la protagonizan. El estrés producido por las largas y duras sesiones del director o las peculiaridades de sus personajes son algunas de las razones que pueden provocar estos males.

Estos son algunos de los casos más sonados del cine:

Jim Carrey

El cómico Jim Carrey que nos ha hecho reír en tantas películas, no llevó bien el personaje que tuvo que interpretar en la película 'Man on the moon' (2000). El actor se metió tanto en el papel que éste le absorbió de tal manera que, tras concluir el rodaje, casi no recordaba quién era antes de comenzar la película y le costó volver a ser él mismo. Además, durante las escenas, quebró la paciencia del resto de miembros del rodaje.

Shelley Duval

Una escena de Shelley Duval en 'El resplandor'

Una de las mejores películas de terror, 'El resplandor' (1980), tuvo graves consecuencias para Shelley Duvall, su protagonista. Sin embargo, no tuvo que ver con el miedo, sino con el estrés al que fue sometida por el director Stanely Kubrick, conocido por su dureza durante las grabaciones. Según cuentan, para que su personaje ganase en angustia, pidió a todo el equipo que la tratara mal, insultándola o ignorándola. Pero esta 'táctica' se les fue de la mano y la actriz acabó por sufrir una aguda ansiedad de la que le costó meses recuperarse. Llegó a pasarse días enteros llorando.

Daisy Ridley

La nueva protagonista de la saga 'Star Wars' pasó casi de manera repentina al estrellato, algo que no supo asumir con naturalidad. La fama sobrevenida por ser la cabeza visible de una de las sagas más importantes del cine le provocó unos nervios que afectaban a su piel y tuvo que necesitar ayuda de especialistas para sobrellevar el hecho de que la gente la reconociese y observase por la calle, perdiendo el anonimato.

Adrien Brody

Escena de Adrien Brody en 'El pianista'

El filme 'El pianista' llevó a Adrien Brody a conquistar el Óscar a mejor actor en 2003, pero también le supuso una depresión de más de un año debido al rol asumido en la película y a la preparación del personaje ya que, para ello, decidiño romper con su novia, vender su apartamento y su coche y trasladarse a vivir a Europa. Un cambio de vida que no le sentó bien.

Kate Winslet

El exceso de trabajo provocó que Kate Winslet acabará muy mal en el año 2009. "No podía ni hablar, me volví loca", confesó la actriz. Y es que ello se produjo después de rodar nada menos que dos películas de manera simultánea: 'Revolutionary road' y 'The reader'. Además, ambas calificadas como dramas y que acabaron por dañar su salud mental.

Janet Leigh

Janet Leaigh, en la famosa escena de la ducha

Según se comentaba, Alfred Hitchcock también era excesivamente duro con sus actores. Esto le pasó factura a Janet Leigh después de que tuviera que grabar repetidamente la mítica escena en la ducha de 'Psicosis' (1960). El daño a su salud mental fue tal que dejó de darse duchas con la misma asiduidad que antes y, cuando se las daba, tal como confesó a 'The New York Times', lo hacía asegurándose que las puertas y ventanas estaban bien cerradas.

Bob Hoskins

'¿Quién engañó a Roger Rabbit?' (1988), una película clave en la historia del cine al mezclar dibujos y realidad, repercutió en la salud del actor protagonista, Bob Hoskins. El hecho de interactuar con dibujos, hizo que acabara por sufrir alucinaciones durante un largo periodo: "Se me aparecían personajes cuando hablaba con la gente", contó en su día el actor.

Heath Ledger

Heath Ledger interpretando a Joker

Su hermana lo ha negado, pero la muerte de Heath Ledger por una ingesta abusiva de medicamentos en 2008, pudo estar relacionada con la grabación de 'El caballero oscuro' (2008), donde interpretó el papel de 'Joker'. Y es que el actor estuvo encerrado a solas durante un mes con la intención de preparar el personaje, algo que podría haberle afectado ya que, además, durante el rodaje apenas dormía. Todo ello pudo haber provocado que, posteriormente, sufriera una depresión.

Joaquin Phoenix

El caso de Joaquin Phoenix no está claro. Ganador de un Óscar, el actor comenzó a aparecer con un aspecto preocupante en las entrevistas, desaliñado y con respuestas erráticas, algo que acompañó de algún que otro escándalo público. Sin embargo, todo fue un experimento para el documental 'I'm still here', y toda esa apariencia y comportamiento era fruto de un personaje. Pero con el paso del tiempo, se ha demostrado que sigue siendo difícil distinguir entre dicho personaje y la vida real del actor.

Anne Hathaway

Anne Hathaway en 'Los Miserables'

El personaje que tuvo que interpretar Anne Hathaway en el musical 'Los Miserables' (2012) acabó por repercutir en la salud, primero física y luego mental, de la actriz. Ello fue debido a que la estadounidense tuvo que perder 10 kilos y acabó por estar al borde de la extenuación. Finalmente, el esfuerzo tuvo recompensa en forma de Oscar, pero por aquel entonces la actriz seguía sin encontarse bien: "Fingía ser feliz", reconoció Hathaway, que perdió "la cabeza".