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En Filmin

La catedral de un solo hombre

El documental ‘Pan seco’ abre una ventana a la vida cotidiana de Justo Gallego, el hombre que levantó en un acto de fe durante 60 años un templo sin planos ni licencias

Justo Gallego, trabajando en la catedral.

Seis días a la semana se los pasaba Justo Gallego entre las paredes que levantó con sus propias manos para darles forma de catedral, pero los domingos las abandonaba para cruzar el pueblo hasta la única capilla en la zona que oficiaba misa. Al rato, volvía a su obra monumental a seguir con el trabajo. La absurdidad de la situación, entre lo grotesco y el pensamiento mágico, iluminó la obra de este sacerdote frustrado que un buen día de hace 60 años decidió utilizar unos terrenos vacíos de la familia para rendir su particular tributo a Dios por haberle curado de una tuberculosis, con un proyecto que entronca con el sentido más primitivo de las catedrales: usar el esfuerzo para trascender a lo que parece inalcanzable.

Gallego murió antes de Navidad a los 96 años pero el documental 'Pan seco', que retrata su última etapa de relación con el proyecto, la singularidad de su ambición y la atracción y curiosidad que despertó, puede verse en la plataforma Filmin.

Los directores de 'Pan seco' hablan de Justo en presente, apenas sin darse cuenta, cuando rememoran las circunstancias del rodaje, que duró cuatro años y que generó un vínculo muy estrecho entre ellos. Román Cadalfach y Cadhla Kennedy vieron por última vez a Justo y a Ángel López, el hombre que le acompañó en los trabajos en la catedral durante los últimos 20 años, una figura esencial, a mediados de noviembre. «Justo ya estaba muy mal, no salía de la cama, pero nos reconoció», recuerdan. Ellos se quedaron unos días en Mejorada del Campo (Madrid), donde está situada la construcción, para ayudar en las obras: levantaban entonces parapetos de cemento para proteger la estructura del frío.

PAN SECO

Román y Cadhla han hecho su carrera académica en el Reino Unido y vivían allí. De Londres a Mejorada del Campo podría parecer que hay un gran trecho, pero no es así. Katarina Grbic, productora de 'Pan seco', les puso en el camino a partir del libro 'Singular Spaces' de Jo Farb Hernández, que da difusión a entornos peculiares a preservar de todo el mundo.

PAN SECO

Román fue el primero en embarcarse en lo que se convertiría en 'Pan seco'. "Katarina investigaba a artistas autodidactas en España y salimos en su busca. Fue entonces cuando dimos con la catedral; nos abrió las puertas Ángel con todo su carisma, nos invitó a entrar, a comer. Nos fascinó el lugar y los personajes que lo habitaban y nos quedamos con la historia", cuenta Román.

La filmación

Cadhla se añadió al equipo – que nunca sumó más de cuatro personas–, que filmaba con microcámaras poco invasivas, que iba y venía y que por su mirada venció la aversión de Justo a los reporteros que hacía décadas daban pinceladas de su gesta. Anna M. Beltri, editora y profesora en ESCAC, les ayudó a dar un hilo narrativo a las imágenes que fueron capturando, una labor difícil. "Abrimos una ventana a un universo increíble y queríamos ser fieles a esa realidad que supera la ficción", explica Cadhla.

JON BARANDICA

El núcleo de la tesis original era la problemática que hay detrás de la protección de espacios como este: no tienen un amparo cultural, institucional... ni siquiera es legal la obra. Justo se volcó en elevar su particular altar de fe con las instrucciones que aprendió en un libro sobre construcciones de iglesias y catedrales. Él solo, con la ayuda voluntaria de paletas y chavales sin trabajo que iban allí a echar una mano, fue levantando piedra a piedra la obra, sin licencias ni amparo municipal. López le acompañó en su aventura ya cuando era mayor y se convirtió en su enlace con el mundo terrenal.

PAN SECO

Cúpula de 35 metros

El documental refleja ese limbo casi con tintes surrealistas. Una catedral que visitan turistas de todo el mundo, que es un reclamo de fe pero no puede dar servicios religiosos, que da a cambio albergue a cigüeñas y otros animales, que organiza barbacoas en la cripta y que reúne a voluntarios implicados en la continuación del proyecto. A Justo "no le importaba" vivir en una contradicción permanente, apunta Román. "’Estas son las condiciones’, decía, y tenía una fe que no se acababa". Así hasta lograr una cúpula de 35 metros de altura, una cripta, porticones, dos torres, claustro… con material reciclado y sin un mapa que sustentara el delirio.

JON BARANDICA

Hay algo de reproche en el Justo que habla en el documental. Sentía que le habían dejado muy solo, con su fe pero solo, los políticos e instituciones que podían garantizar la viabilidad del futuro. La historia de 'Pan seco' tiene un epílogo fuera del metraje. Justo donó en vida el terreno a Mensajeros de la Paz y el padre Ángel se ha comprometido a garantizar su futuro. La empresa de ingeniería Calter está llevando a cabo la revisión de la estructura, fascinada por la ya conocida como la Catedral de un solo hombre que se ha materializado a partir de arquitectura intuitiva. Está todo en orden.

El documental, que vio el estreno afectado por la pandemia en 2020, ahora tiene una segunda vida en Filmin y un nuevo metraje reducido que busca distribución en televisión.

Justo Gallego, en 2005. JON BARANDIC

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