La actriz y modelo Ester Expósito, 'celebrity' con más de 28,6 millones de seguidores en redes, acaba de cumplir uno de los sueños de su infancia: participar en una película de terror. Y se ha estrenado con dos maestros, Jaume Balagueró y Álex de la Iglesia, director y productor, respectivamente, de "Venus".

"Me encanta el terror desde pequeña, una de las cosas en mi lista de personajes -porque siempre quise ser actriz- era protagonizar una peli de terror", declara la protagonista de "Venus", décimo largometraje de Balagueró, primero del catalán para el sello The Fear Collection.

La película, inspirada en "Los sueños en la casa de la bruja", de HP Lovecraft, mezcla el drama callejero y las drogas con un edificio maldito, pesadillas sangrientas y horror cósmico.

"Ha sido muy divertido -afirma la actriz en una entrevista con EFE-, y no solo por el proyecto, que es una historia muy poderosa y un personaje muy particular, sino porque estuvieran ellos (Balagueró y De la Iglesia) detrás, ha sido muy ilusionante".

"Además -dice-, el género en sí es muy divertido de hacer, porque te permite unas licencias y unos códigos diferentes y con esta, que es una película particularmente salvaje, yo me vengo arriba y no me achanto", se ríe la madrileña.

"Es frenética, salvaje, incluso sin sierra eléctrica, porque no hacía falta", añade el creador de la saga [REC], aficionado a que la usen sus heroínas, mientra Expósito a su lado confirma con la cabeza: "con un televisor y unas grapas", ya vale, agrega la actriz dando pequeñas pistas de su personaje.

"La idea siempre fue hacer una película de horror sobrenatural cósmico y meterlo en un ambiente absolutamente cercano -explica Balagueró a EFE-. Empieza en una macrodiscoteca muy conocida de Madrid, y sale todo el extrarradio; todo es muy cañí, muy de verdad. Combinar eso era lo más interesante", afirma el director de "Mientras duermes" (2011).

Para Balagueró, el género "siempre" se está renovando, pero opina que la gente quiere ver terror en su propio ambiente. "[REC]" (2007), recuerda, ocurría en un entorno cercano, en un edificio de Barcelona como otros tantos, y eso fue parte de su enorme éxito, también internacional

Expósito cuenta que Lucía, su personaje, es un poco conflictivo, "un poco kamikaze -explica-, se distanció de su familia y se fue de casa muy joven. Lleva años sin ver a su hermana ni a su sobrina y trabaja de go-gó de tecno en esta discoteca, y acaba de armar un plan con otra persona para robar una gran cantidad de droga al dueño de la discoteca.

"Es como una huida hacia adelante, es un poco por esa cosa de impulsos que tiene, de 'voy y lo hago', también es muy valiente y no es víctima en ningún momento de la película (...). Le sale mal la jugada y tiene que esconderse, así que se va a casa de su hermana (Ángela Cremonte), lo que les va a remover porque llevan años sin verse; te da una idea de cómo es de egoísta esta chica, porque las va a poner en peligro".

En el edificio viven tres mujeres mayores -estupenda Magüi Mira- y la hija con síndrome de Down de una de ellas. "Ellas aportan esta cosa del poder femenino que tiene la película, y de que el mal más absoluto proviene de las mujeres".

"No es feminismo -rechaza Balagueró-, es simplemente una película femenina, hasta la entidad demoníaca que aparece detrás de todo es una entidad femenina. Sí -se reafirma- es una película de mujeres".

Lucía tiene un poco de "Teniente Ripley", concede el director, "porque tiene que sobrevivir, luchar y reponerse, pero es más cosas: ella va cambiando y va descubriendo cosas de sí misma que desconocía. Eso la va a transformar y le va a ayudar a desplegar sus alas y convertirse en algo inesperado y poderoso, hasta va a renacer". Y ahí lo deja. La película llega este viernes a las salas españolas.