Calificación: ** Dirección: Kevin Johnson. Guion: Rob Muir,

basado en un argumento propio y de Jordan Katz. Música: Jessica Weiss. Duración: 99

minutos. Nacionalidad: Canadá-EE UU-Islas Caimán. Año: 2020, largometraje de animación.

No descubre ingredientes ni recursos que puedan despertar el interés y el fervor del espectador menudo y es que estamos ante una modesta contribución al cine de animación de serie B destinada a suplir las ausencias del género cuando las grandes productoras de Hollywood no tienen un título mucho más espectacular de repuesto.

Coproducción entre Canadá, Estados Unidos y las Islas Caimán, es una comedia infantil insignificante que mezcla el cine de aventuras perrunas, el musical y la acción sin tregua efectuada a partir de los esquemas más convencionales de la especialidad.

Nada que incite a la recomendación y propio de las limitaciones palpables de su director, un Kevin Johnson que firma aquí su segundo largometraje, tras The Jungle Book, que codirigió en 2013 con Jun Falkenstein, y que no llegó a las pantallas españolas.

Poco inspirado y partiendo de un guion que retoma elementos de varias películas animadas, esta historia simplifica los aspectos más complejos de la cinta dando la voz a los animales y a los seres humanos, y su techo de inspiración lo sustentan el chucho Trasto, la joven cantautora y los dos herederos de una rica y caritativa dama, Charles y Victoria.

Trasto se las promete muy felices, porque su dueña ha puesto condiciones para que nadie le pierda el respeto, lo que le augura una vida tan lujosa como la que ha disfrutado hasta ahora. Pero eso era lo que él pretendía y otro lo que sucede, ya que será arrojado de su casa, encerrado en una lúgubre habitación y convertido poco menos que un vagabundo. Hasta unas ardillas gamberras se unirán a la comitiva para impedir la ruina que se avecina.

Es entonces cuando la simpática y brillante Zoe tomas cartas en el asunto y elimina los obstáculos que impiden que Trasto y los demás se hagan con la herencia. Lo mejor, las dos canciones que se han doblado para acompañar la fase final.

El resto está en versión original y es de limitado interés. Un espectáculo, en suma, para los pequeños no demasiado exigentes.