Las trufas de chocolate deben su nombre a su similitud con los hongos de la familia de las tuberáceas con los que comparten denominación. Este delicioso alimento es una mezcla de cacao, mantequilla, chocolate y azúcar a la que se da, por lo general, una forma redondeada y que tiene múltiples versiones. Se conserva en frío, de ahí que en verano no pierda popularidad, al contrario.

Son consistentes, sabrosas, tentadoras y, cómo no, energéticas. Por suerte, su tamaño es reducido, lo que la convierte en una aceptable monodosis de capricho dulce para todos. Y si es de calidad, su aporte en potasio, calcio y magnesio es notable. Además, el cacao tiene cierto efecto euforizante y antidepresivo, lo que la hace recomendable en esta época, siempre con moderación.

- Las trufas más interesantes desde el punto de vista nutritivo son las que contienen más cacao. Este alimento, además de contener minerales y teobromina, aporta grasas cardiosaludables y buena dosis de antioxidantes.

-Una trufa puede ser un punto dulce perfecto para acompañar la fruta. Fresas y trufa, por ejemplo, forman una combinación deliciosa.

- Son un alimento calórico y poco digestivo. Por ello es aconsejable no sobrepasar los 25-30 gramos, lo que equivale a unas tres o cuatro trufas y representa 170 kcal.

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