La amplísima oferta de alimentos que nos encontramos en el súper y el poco tiempo que, a menudo, disponemos para cocinar nos llevan a pensar que ciertos productos 'light' o bajos en calorías son de lo más sanos. Sin embargo, hay una extensa lista de alimentos que damos por saludables que en realidad no lo son tanto.

Cada vez son más las personas que se preocupan de llevar una alimentación sana y equilibrada y que se preguntarán cómo identificar estos productos. No se trata de estigmatizarlos ni de eliminarlos de forma radical de nuestra dieta. Es más bien, contar con la información para que el consumidor sepa las propiedades nutricionales de estos alimentos; si sabemos la verdad tendremos mayor control sobre ellos.

Ensaladas fast-food

Fotos: Shutterstock

Aunque a priori parecen la opción más viable de un restaurante de comida rápida, las ensaladas envasadas suelen contener trozos de pollo rebozado, cebolla, bacon y sobre todo, salsas de lo más calóricas.

Tortitas de arroz

Parecen el snack perfecto entre horas para llenar el estómago de una forma sana. Pero la composición de las tortitas de arroz suele tener sal, aceites, saborizantes... que además llena poco por lo que, difícilmente, nos comemos sólo una.

Salsa de soja

La soja es rica en minerales, macronutrientes, vitaminas y compuestos vegetales por lo que la salsa de soja se presenta como el aderezo saludable ideal. No obstante, no hay que abusar de ella ya que contiene mucho sodio; una cucharada de salsa de soja posee unos 850 mg de sodio, cantidad elevada para pacientes con enfermedades cardíacas, renales o con hipertensión arterial.

Chips de verduras

Cambiar las patatas chips por las chips de verduras está visto como avanzar hacia un snack más saludable. Sin embargo, no debemos olvidar que, aunque sean de vegetales, están fritos, se han sometido a un proceso de deshidratación (en el que pierden muchas de sus propiedades naturales) y, además, suelen tener colorantes y conservantes.

Muesli o mezcla de frutos secos: raciones pequeñas

El muesli tiene propiedades saludables pero a menudo se emplean en su preparación muchos aceites o grasas. Si está aglomerado o se adhiere a los dedos con facilidad el producto no es saludable. Existen combinaciones de muesli sanas pero aún así, una porción adecuada es una cantidad muy pequeña. El muesli contiene hasta 400 calorías en una taza mediana. Lo mismo sucede con las frutas y los frutos secos. Una única taza de almendras contiene más de 500 calorías. Por ello, las raciones deben ser muy reducidas.

Palitos de cangrejo

El complemento perfecto de las ensaladas por sus bajas calorías. Sin embargo, su composición se realiza a base de diferentes pescados de carne blanca, a la que se le añaden edulcorantes, sal, aditivos, clara de huevo, almidón...

Coco

Siempre se ha dicho que la fruta y las verduras son nuestras mejores amigas a la hora de perder peso. Pero hay que elegir a conciencia el tipo de variedad. El coco, por ejemplo, proporciona mucha fibra y potasio, pero es una de las frutas que más engordan ya que contiene unas 354 kcal en 100 gramos.

Pan de molde

El pan es uno de los alimentos básicos de la dieta mediterránea, pero siempre ha existido la creencia popular de que engorda. Muchas personas piensan que el pan de molde es más sano que la barra tradicional, pero para lograr su textura y su sabor necesita azúcares, grasas y aditivos que lo convierten en una opción menos saludable.

Azúcar moreno

La OCU explica en su web, que "al contener vitaminas, minerales y fibras, el azúcar moreno se vende como más sano". Sin embargo, las cantidades de estos nutrientes son tan pequeñas que no podemos considerar que sea más saludable que el azúcar blanco.

Embutidos envasados

Para el sándwich más saludable, solemos elegir jamón york o pavo, que se encuentran en paquetes envasados. Pero, no debemos abusar de ellos ya que son alimentos procesados que contienen azúcar, una cantidad elevada de sal, harinas, féculas de patata... Es importante leer bien las etiquetas de estos productos para saber cuál es su composición.