Gracias a la congelación es posible disponer en cualquier momento de alimentos fuera de temporada y platos ya cocinados y listos para servir, de manera que podemos ahorrar dinero y aprovechar las ofertas especiales de temporada. Sin embargo, conviene tener en cuenta una serie de consejos a la hora de congelar y descongelar productos. Hacerlo de forma correcta es fundamental si no queremos llevarnos desagradables sorpresas en forma de intoxicaciones alimentarias.

La inadecuada descongelación de un alimento no solo provoca una alteración de sus características organolépticas, sino que también causa un aumento de los riesgos sanitarios debido al incremento de la carga microbiana. En cambio, una descongelación adecuada garantiza la barrera de seguridad alimentaria, ya que al descongelar a 4 grados en el frigorífico la mayoría de microorganismos a esta temperatura están inhibidos.

Y es que la conservación inadecuada y la rotura de la cadena del frío es causa de toxiinfecciones tan peligrosas como la salmonelosis, porque se alteran las características organolépticas de los alimentos y aumenta la carga de microbios.

Hay cuatro tipos de microorganismos que pueden contener los alimentos y cuya temperatura de crecimiento es: termófilos (40-65º C), mesófilos (20-40º C), psicotrofos (20-30/0-7º C) y psicrofilos (<15º C).

Ante estos riesgos, es recomendable seguir estos consejos que te proponemos a la hora de congelar y descongelar alimentos:

1- Los productos a congelar deben ser frescos y de buena calidad. La congelación es un excelente método de conservación, por lo que no es excusa comprar productos de menor garantía.

2- Antes de congelar el producto hay que retirar las partes no comestibles, como las vísceras en caso de pescados. Las verduras, por ejemplo, es mejor hervirlas previamente. En el caso del marisco, es también conveniente cocerlo antes de congelarlo.

3- Los platos cocinados hay que dejar que se enfríen antes de congelarlos. De lo contrario, corremos el riesgo de que el calor descongele los productos con los que entren en contacto al introducirlos en el frigorífico. Hay que usar recipientes herméticos.

4- Todos los productos deben congelarse en recipientes o envoltorios para evitar contaminaciones. Si se trata de líquidos, hay que dar un margen para que se dilaten.

5- Congelar los productos separados por raciones que se consuman de una vez.

6- Poner en diferentes compartimentos los productos crudos y los cocinados.

7- Anotar en el envase la fecha de congelación, el tipo de producto y el número de raciones.

8- La congelación debe hacerse lo antes posible para evitar riesgos y que los alimentos conserven intactas todas sus propiedades.

9- El grado de frío se mide en estrellas. Los frigoríficos de cuatro estrellas son los que garantizan una mejor congelación (llegan al menos a -18º C).

10- No es recomendable congelar muchos alimentos a la vez y mantenerlos en este estado más allá de tres meses.

11- No hay que volver a congelar un producto que se haya descongelado total o parcialmente. Por ello, cuando compramos productos congelados debemos trasladarlos en bolsas especiales que conserven el frío. Hay una excepción: cuando el producto ha sido cocinado con calor intenso.

12- Descongelar el producto en la nevera y consumir o preparar en un plazo máximo de 24 horas. El alimento debe estar separado del resto en algún tipo de recipiente para evitar contaminaciones cruzadas.

13- Se pueden descongelar en el microondas pequeñas piezas.

14- Cuando se cocinen productos congelados, hacerlo a una temperatura interna de 70 grados.

15- El producto crudo descongelado debe cocinarse totalmente.

16- En el caso de platos preparados congelados, debe recalentarse bien, manteniendo la citada temperatura en toda la preparación y consumir cuanto antes. Desechar las sobras.