No podemos imaginarnos un brindis sin una botella de cava, especialmente en fiestas. Cada Nochebuena y Nochevieja está presente en nuestros menús para acompañar a los mejores platos, ya que su sabor es perfecto y marida con casi cualquier tipo de plato. A menudo se confunde con el champán, pero lo cierto es que son bebidas bastante diferentes. Por eso, a continuación ahondaremos en esta bebida, sus tipos y usos.

Perfecto para las celebraciones

El cava es una Denominación de Origen Protegida (DOP) de España, y se trata de un tradicional vino espumoso. La región de origen de esta bebida abarca 159 municipios españoles, la mayoría situados en provincias catalanas, principalmente en Barcelona y Tarragona. Pero, curiosamente, también lo encontramos en Badajoz, Navarra, La Rioja, Zaragoza, Valencia o Álava, entre otras provincias. Esto hace que existan diferentes tipos de cava, que están marcados por la variedad de uva utilizada, la cantidad de azúcar que tienen presente y su tiempo de crianza. Los cavas se clasifican fundamentalmente en función de su contenido en azúcares, por lo que encontramos las variedades desde brut nature, que contiene entre 0 y 3 gramos por litro, al más dulce, cuyo contenido supera los 50 gramos por litro. Aunque estas son las variedades más dispares, entre ambas encontramos una gran diversidad de tipos, como el extrabrut, brut, extraseco, seco y semiseco. También encontramos variedades blancas o rosadas. Y es que el cava es un espumoso muy versátil, que permite ser tomado con diferentes platos. Por ejemplo, un brut encajará a la perfección con aperitivos como quesos, canapés, ostras, jamón o frutos secos. El cava es perfecto para las ocasiones más especiales, y su consumo no debería limitarse a coronar los brindis.

¿Cómo elegir el cava en función del menú?

Durante las fiestas sacamos las mejores galas, pero también los mejores ingredientes

para nuestros platos. Acompañarlos con la bebida perfecta es muy importante para que el sabor destaque aún más. El cava es compatible con platos de todo tipo, pero para acertar con la variedad de cava, debemos guiarnos por estos consejos.

Los mariscos, pescados y arroces es mejor combinarlos con un cava brut o brut reserva, de sabor afrutado. Su punto de acidez es fresco e ideal para este tipo de comidas.

Para carnes, asados o platos muy laboriosos, es mejor tomar un cava brut nature gran reserva. Este tipo de vino tiene más cuerpo, para acompañar platos más contundentes.

Para los postres es preferible tomar un cava semiseco o dulce, y si es posible que tenga ya una cierta edad; así destacará por su suavidad y frescor. Las frutas también combinan muy bien con variedades de cava rosado. Para consumirlo, recomendamos servirlo bien frío y, una vez hayamos llenado las copas, meter la botella en una cubitera con hielo para conservar todo su sabor, y poder continuar disfrutándolo durante toda la comida a la temperatura ideal.