Es un hecho. No comemos de la misma forma. En el último año, muchos hogares se han convertido en auténticos restaurantes con elaboraciones y recetas dignas de la alta cocina. De hecho, 8 de cada 10 españoles afirma que cocina al mediodía todos o casi todos los días, según datos del último estudio de Aecoc Shopperview. Además, este trasvase de consumo al hogar ha provocado que la compra de platos preparados también aumente. Actualmente, un 43% de los consumidores opta por esta opción al menos una vez a la semana.

Transportarte, sin salir de casa, a China, Italia o Japón con un solo clic nunca fue tan sencillo. Sin embargo, hay clásicos que nunca fallan y España es un país de tradiciones, así como las croquetas son casi patrimonio nacional. Por ello, Oído Cocina Gourmet ha llevado a cabo su estudio anual sobre el consumo de croquetas en nuestro país, que revela que los españoles consumen un total de 151 croquetas al año, ni más, ni menos.

Puede que la cifra no parezca alarmante, pero si pusiéramos todas esas croquetas en fila una tras otra (con un tamaño medio de 3,5cm), ocuparían 5,3 metros de largo o, lo que es lo mismo, la altura media de una casa de dos pisos o de una jirafa adulta.

Analizando el estudio por territorios, a nivel nacional se observa que Madrid sigue siendo la ciudad donde más croquetas a domicilio se consumen, seguida de Sevilla, Guadalajara y Barcelona.

En la actualidad, grandes chefs y cocineros de todo el mundo se han puesto manos a la obra para reconvertir este plato tradicional en una pieza gourmet, introduciendo nuevos productos y sabores. Toda innovación es bienvenida, pero lo que está claro es que los clásicos nunca pasan de moda. Entre las favoritas de los españoles se encuentran las de jamón ibérico, cuyo consumo ha aumentado un 2,7% respecto a 2020 y la de cocido madrileño, seguidas de las de trufa, bacon y parmesano y las de puerros.