Llega el día de los Enamorados y con él los regalos, las tarjetas románticas, las cenas a la luz de las velas y los arrumacos. Poder sorprender a tu pareja es uno de los 'must have' de esta festividad y qué mejor manera de hacerlo que poniéndose al frente de los fogones para realizar un menú de categoría.

Más allá de los platos principales hay uno que no puede faltar: el postre. Una buena tarta, sabrosa, dulce y romántica puede dejar a tu pareja alucinada. Para hacer una tarta de San Valentín inigualable te proponemos una receta fácil y que puedes realizar en casa.

Ingredientes

  • 4 huevos
  • 240 g de harina
  • 240 g de azúcar
  • 10 g de levadura en polvo
  • 60 g de leche
  • 60 g de mantequilla
  • 500 g de mermelada de fresa
  • 1 L de nata para montar (35% de materia grasa)
  • 300 g de azúcar glas

Elaboración

  • Comenzamos la preparación del bizcocho poniendo los huevos y el azúcar en el bol. Batimos a velocidad máxima durante 6-7 minutos (con batidora) hasta que la mezcla haya aumentado mucho en tamaño y su color sea blanquecino.
  • Bajamos la velocidad a media intensidad e incorporamos primero la leche y luego la mantequilla derretida.
  • Una vez tengamos la leche y la mantequilla integradas, bajamos la velocidad al mínimo y vamos añadiendo poco a poco la harina y la levadura. Si os da miedo que queden bolas de harina, podéis tamizar con un colador.
  • Con la masa lista, engrasamos un molde en forma de corazón con spray desmoldante o untado de mantequilla y harina espolvoreada. Acto seguido, lo metemos al horno a 170ºC con calor arriba y abajo sin ventilador.
  • Cuando tengamos el horno caliente, horneamos durante 42 minutos aproximadamente. El tiempo depende siempre de cada horno y del grosor y tamaño del bizcocho. Pasado ese tiempo, comprobamos si está hecho pinchándolo con una varilla metálica. Si sale limpia, podemos retirarlo. Lo dejamos enfriar antes de desmoldarlo.
  • Cuando el bizcocho esté frío, procedemos a montar la nata. Ponemos la nata líquida con la mitad del azúcar glas en el recipiente donde la vayamos a montar. Comenzamos batiendo despacio para que el azúcar no salga despedido y vamos subiendo la velocidad progresivamente. Cuando esté la nata a medio montar, añadimos el resto del azúcar y seguimos batiendo hasta que esté sólida, teniendo siempre cuidado de no pasarnos porque se convertirá en mantequilla.
  • Ahora toca rellenar, por lo que partimos el bizcocho a la mitad. A continuación, cogemos la parte del bizcocho que hará de base de la tarta y la untamos, primero con la mermelada de fresa y luego, con la ayuda de una manga pastelera, ponemos una buena capa de nata encima.
  • Con la capa de nata terminada, colocamos encima la otra parte del bizcocho y la untamos con mermelada de fresa. Para rematar la tarta, vamos poniendo tiras de nata desde abajo hacia arriba, por todo el lateral de la tarta. Luego hacemos una última línea de nata en la parte de arriba, coincidiendo con el borde de las líneas laterales.