Ensayo de un camarero

Cinco formas de no llamar al camarero

He sido convocado, reclamado, emplazado… también he sido voceado, gritado, chillado, etc. Es una cuestión por un lado de educación, y por otro de ignorancia o desconocimiento

Dos clientes llamando a un camarero.

Dos clientes llamando a un camarero. / LP / DLP

José Miguel Sánchez

José Miguel Sánchez

Pocas veces un cliente te llama al nombre de camarero o camarera, si ocurre en cambio, cuando vamos al médico y hablamos con el doctor, o el señor director del banco, o llamamos al profesor o profesora, y así sucesivamente con multitud de oficios que tildamos de importantes frente a otros que parecen no serlos o ser de menor categoría.

Yo soy camarero y me gusta que cuando requieran mis servicios me llamen a la voz de ¡camarero!, creo que a casi todos los que trabajamos en el sector nos gusta que nos llamen de esta forma, pues somos profesionales de nuestro oficio, sin embargo, aquí te dejo unos tips para que la mirada del camarero no te fulmine o peor aún, te ignore el resto del servicio.

  1. No utilices onomatopeyas o ruiditos raros tipo "tss tss" o "¡ey"! No solo el camarero se hará el loco, sino que también quedará en evidencia tu falta de respeto hacia el personal que atiende, ya que conseguirás que se giraren los demás clientes del local.
  2. Aquello de "¡Oye niño!" ya está un poco desfasado. Más típico de las señoras y señores mayores, y aunque a veces denota un toque cariñoso, no deja de ser una frase desafortunada, pues el niño tiene cuarenta años y muchas horas cotizadas, y esta definición a uno le hace sentir como si acabara de empezar a trabajar ayer. 
  3. A no ser que provengas del linaje real de los años veinte y estés rodeado de ilustres y aristócratas en una mansión de Inglaterra, ni se te ocurra llamar al camarero con un chasquido de dedos o una palmadita. Sé que suena imposible, ¡pero existe! Puede ser que sea de los gestos más clasistas que existan a la hora de dirigirte a un camarero.
  4. No hace falta que toques a cada rato el brazo del camarero cuando pasa por tu lado, ni que le persigas por el restaurante. No existe esa confianza y aunque si la hubiere, es bastante incómodo por no decir violento, que alguien te retenga en medio de tu trabajo para que le des la prioridad que el considera que debes tener en ese momento.
  5. Y la última y más utilizada, el famoso silbido. En qué momento el cliente considera que llamar a un camarero silbándole en un restaurante o una terraza es algo lógico. En qué lugar se crió el cliente y qué educación recibió. Seguramente ninguna, eso, o quizás tenga algún complejo no superado. Aquí solo conseguirás una llamada de atención y que no te sirvan ni agua. 

Me puedes llamar a la voz educada de camarero, mesero, cantinero, barman, tabernero, etc. O si lo prefieres puedes preguntarme mi nombre y así no tener que faltar el respeto a los anfitriones que te están recibiendo en su casa evitando ponerte en evidencia a ti y a tu escasa educación y saber estar.

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