Planes

Las dos grancanarias que triunfan con las catas más divertidas

Daphne Rodríguez y Carla Peña están al frente de Cata & Bebe, una iniciativa que arrasa con sus eventos alrededor del vino

Las dos creadores de Cata & Bebe.

Las dos creadores de Cata & Bebe. / LP / DLP

José Luis Reina

José Luis Reina

Las Palmas de Gran Canaria

Los eventos gastronómicos abundan, desde luego. Y las catas de vino, que suelen tener un enfoque más serio y profesional, se han ido sumando a esa tendencia de atraer a nuevos adeptos con iniciativas más desenfadas, transgresoras y cercanas. Una manera de democratizar, aún más, un producto en el que profundizar puede ser, también, una experiencia divertida y un plan para compartir con amigos.

Desde su nacimiento, Cata & Bebe ha celebrado encuentros en los que el vino se convierte en el hilo conductor de una experiencia sensorial única. No se trata solo de degustar, sino de descubrir, aprender y compartir. Cada evento invita a los asistentes a formar parte de una historia diferente, donde se despiertan los sentidos, se amplían conocimientos y, sobre todo, se crean vínculos entre personas desconocidas que terminan conectando de forma inesperada. “Nos emociona ver cómo la gente repite, vuelve con amigos o incluso con personas que conoció en una cata anterior. Para nosotras, esa es la verdadera magia del proyecto”, afirman sus creadoras.

Eventos de éxito

El vino es el hilo conductor de cada evento.

El vino es el hilo conductor de cada evento. / LP / DLP

Cata & Bebe On The Top, en colaboración con el Hotel Livvo Lumm: una experiencia en altura con vistas espectaculares, vinos únicos, exquisitos arroces y una dinámica grupal que rompió el hielo desde el primer brindis.

Cata & Bebe con Humor, donde el vino se mezcla con carcajadas gracias a la participación de cómicos como Saúl Romero, Jorge Ávila y Richard Alexander, en veladas que combinan maridaje, risas y descubrimiento. Pero ojo: no son monólogos, son luchas de vida o muerte.

Cada evento propone una dinámica distinta: desde juegos hasta intervenciones artísticas, maridajes fuera de lo común, pasando por colaboraciones con proyectos emergentes, bodegas singulares y profesionales con ganas de compartir.

Espumosos, vermús... las catas son variadas.

Espumosos, vermús... las catas son variadas. / LP / DLP

Para Daphne Rodríguez, "lo que diferencia a Cata & Bebe es su capacidad para convertir un plan cualquiera en una vivencia inolvidable. La gente viene a pasarlo bien, a salir de la rutina, a hacer algo distinto. Y se lleva mucho más: aprenden sobre vino sin tecnicismos, descubren proyectos vitivinícolas únicos, y se marchan con nuevas amistades… o incluso con planes para volver juntos".

Carla Peña, la otra mitad del proyecto, destaca que "cada cata se diseña con mimo, cuidando los detalles estéticos, sensoriales y emocionales. Por eso, más que una cata, cada encuentro se convierte en una celebración de lo humano: el buen vino, la buena compañía y el gusto por hacer algo diferente".

Con una comunidad cada vez más fiel, Cata & Bebe continúa creciendo y preparando nuevas ediciones en distintos rincones de Canarias. Siempre con la misma premisa: que cada experiencia sea única, inolvidable… y que quien venga, quiera volver. Además, el proyecto se expande por todo el territorio nacional con próximos eventos en: Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y Madrid. La comunidad sigue creciendo y cada encuentro suma nuevas historias, nuevos brindis y nuevas conexiones.

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