La historia de amor que ha encandilado al país lleva más de ocho semanas liderando la recaudación en los cines. ´Ocho apellidos vascos´ está batiendo todos los récords, y sigue imparable. Ambientada en Sevilla y en el ficticio pueblo de Argoitia, la película encuentra su mayor baza en el choque entre los tópicos andaluces y vascos, aunque lo cierto es que prácticamente todo el rodaje transcurrió en Euskadi y Navarra.

Muchas de las localizaciones son pequeños pueblos, recónditos valles o grandes acantilados asomados al Cantábrico. Recorremos algunos de estos lugares de cine.

Leitza (Navarra)

El pequeño pueblo navarro de Leitza, ubicado en el valle de Leizarán y a pocos kilómetros de la frontera con Guipúzcoa, es un municipio clave en el transcurso de la película. Este es el primer lugar de Argoitia que visita Rafa (Dani Rovira) en tierras vascas, donde está ubicada la casa de Amaia (Clara Lago) y en cuya plaza y callejuelas se viven algunos de los momentos más divertidos relacionados con la ´kale borroka´.

Con casi 3.000 habitantes, Leitza es un destino rural a tener en cuenta. Arropado por las estribaciones de la sierra de Aralar, la pequeña villa es perfecta para desconectar y disfrutar de la esencia vasca. Destacan su Ayuntamieno y el casco antiguo, y también el museo dedicado a la piedra del oriundo Iñaki Perurena, el ´harrijasotzaile´ (alzador de rocas) más famoso.

Getaria (Guipúzcoa)

El puerto de Argoitia en el que Koldo (Karra Elejalde), el padre de Amaia, tiene amarrado su barco, es en realidad el embarcadero del municipio de Getaria. La elección de este lugar es muy acertada, ya que el puerto es un buen ejemplo de los muelles típicos que se ubican a lo largo de la costa vasca. Pequeños y encaramados a la escarpada costa, pero de gran actividad pesquera.

Cuna de Juan Sebastián Elcano, el primero en dar la vuelta al mundo, y del genio de la alta costura Cristóbal Balenciaga, Getaria es una cita ineludible para el turismo vasco. Su tamaño reducido contrasta con su vitalidad, oferta gastronómica y cultura. Con una tradición ballenera que sigue viva en el escudo del municipio, Getaria está cargado de historia. Sus callejuelas así lo atestiguan. Otros reclamos son el Museo Balenciaga, dedicado al modisto, y "el ratón", un peñón que se adentra a las aguas del Golfo de Vizcaya y de imprescindible visita.

Zumaia (Guipúzcoa)

A pocos kilómetros al oeste de Getaria se encuentra esta localidad costera, en la que Rafa entona su "Euskadi tiene un color especial" y protagoniza una de las escenas más memorables de la película. A escasos kilómetros del casco urbano se encuentra el restaurante donde Rafa conoce al padre de Amaia, momento en el que se hace recuento de los presuntos ocho apellidos vascos del protagonista y que dan título al largometraje. También en Zumaia, la ermita de San Telmo es el escenario escogido para enmarcar la escena de boda de la recta final.

Dani Rovira ha confesado que Zumaia es la localización que más le ha gustado, y con razón. La variedad y belleza de los parajes que ofrece este pueblo consigue encandilar a cualquiera. Su iglesia gótica se alza robusta entre las intrincadas calles del casco histórico y mira hacia el mar, al igual que los acantilados que flanquean el municipio. Como en cualquier rincón de Euskadi, se come de lujo en sus bares y restaurantes, y también hay cabida para la cultura con el museo de Zuloaga, con obras de Goya y El Greco, además del propio pintor eibarrés.

Zarautz (Guipúzcoa)

La comisaría en la que es detenido Rafa tras meterse en líos nada más llegar al País Vasco está ubicada en el municipio de Zarautz, que realmente es la sede policial de la Ertzaintza (policía autonómica vasca) en la localidad. El rodaje de la casa de Rafa, que en la película se presupone sevillana, transcurre en esta misma localidad.

Zarautz roza los 30.000 habitantes, aunque en verano multiplica su población gracias a su atractivo turístico como destino veraniego. Su playa es de las más transitadas en Euskadi, cuyo perfil podemos ver todos los veranos gracias a uno de sus ciudadanos ilustres, Karlos Argiñano, en sus programas de cocina. Como siempre, la gastronomía es un punto a favor del País Vasco, y en Zarautz son destacables hasta sus helados artesanos, que son una auténtica delicia.

Mondragón (Guipúzcoa)

´Ocho apellidos vascos´ comienza en un tablao de Sevilla. Sin embargo, el lugar no está ubicado en la ciudad del "duende" ni en ningún otro lugar de Andalucía. Es en Mondragón, un municipio eminentemente industrial en el corazón de Euskadi, donde se rueda la escena tan típicamente flamenca. La asociación andaluza 'Al Andalus' es el escenario original, que pasa totalmente por un tablao de los de verdad.

Mondragón es la cabeza industrial de la provincia y uno de los polos económicos más importantes de España. Su difícil orografía ha obligado a sus habitantes a construir en vertical, pero es precisamente este su atractivo, pues los montes que lo rodean guardan gran atractivo para los amantes del montañismo y senderismo.

Costa vasca

Mención especial se merecen los kilómetros de la recortada y difícil costa vasca que aparece en varias ocasiones como paraje de fondo. Desde el viaje en autobús de Rafa hasta el momento casadero en la ermita, el paisaje marítimo forma parte del atractivo visual de la cinta.

Además, es precisamente alrededor de Zumaia donde se encuentran los famosos "flysch", unas formaciones rocosas sedimentadas que se hunden en el mar y que permiten conocer la historia del planeta, remontándonos a millones de años atrás. Un paisaje único en el mundo, que ha sido foco de atención de la comunidad científica por su valor geológico, y también de los turistas, por su singularidad y belleza.