Los guionistas de Raising Hope han tirado de imaginación y han aprovechado que tienen a Katy Perry para un episodio para explotar su faceta más cómica. La actriz se mete en el papel de una funcionaria de prisiones, pero no sólo eso, su estilismo no tiene precio.

En el próximo episodio que la cadena FOX emitirá en Estados Unidos, la cantante aparecerá como una malvada guardia de prisión que hará la vida imposible a una de las protagonistas de la serie, Sabrina.

En las imágenes que la cadena ha adelantado podemos ver a Perry con un bigote muy poco femenino y un peinado al estilo Diana Ross, aunque eso sí, pelirrojo. La intérprete de California Gurls se atreve con todo y luce con desparpajo el mostacho y los bucles.

En el capítulo, Sabrina da con sus huesos en la cárcel después de una manifestación pacífica. Aunque en un principio no iba a ser detenida, le da una patada a un policía para que la envíe a la cárcel, sin saber que allí se reencontrará con una vieja conocida, Rikki (Katy Perry).

Katy Perry se toma su venganza

Y es que, Rikki y Sabrina se conocen del colegio, cuando ambas eran muy amigas, hasta que Sabrina dejó de la lado al personaje de Perry cuando se hizo popular, algo que la cantante no le ha perdonado.