Pilar García Muñiz es una mujer todoterreno y a pesar de los madrugones, asegura que no ha podido negarse a afrontar por quinta vez consecutiva ser la presentadora del programa especial que TVE hace cada verano con motivo de las fiestas de 'San Fermín'.

Lleva trece años dedicada al periodismo, profesión que ama y durante este tiempo ha presentado espacios tan diversos como 'El Tiempo', 'Informe Semanal', 'España Directo', 'Informativos fin de semana' y actualmente '+Gente'.

Dicharachera aunque celosa de su vida privada, la madrileña nos habla de su trayectoria y de su profesión más difícil, la de esposa y madre.

- Es el quinto año que participas en este proyecto, ¿cómo lo has afrontado?

- Son cinco años de madrugones pero de mucha ilusión y emoción. Hay pocos acontecimientos tan atractivos como los Sanfermines. Te pueden gustar o no los toros pero esto va más allá, son muchas las sensaciones y emociones que transmiten. Algo tienen que tener cuando en todo el mundo hay devoción por estos encierros.

- ¿Cómo te preparas?

- Hablamos mucho con los corredores que son los protagonistas, nos proporcionan información. También leemos mucho sobre el encierro para tener nuevos datos.

- ¿Qué os cuentan ellos?

- Nos cuentan muchas cosas y es tremendo porque pueden estar a medio gas, con una lesión o una cornada y su único deseo es al día siguiente volver a correr el encierro. Tú te preguntas por qué y ellos no saben expresarlo con palabras pero su mirada lo dice todo.

- ¿Cómo es un día de San Fermín?

- Es duro aunque empieza antes porque preparamos todo con antelación. El Chupinazo es el peor día porque hay muchas ganas de fiesta y no os podéis imaginar cómo está la gente a última hora. Una vez que empiezan los encierros la cosa cambia, hay mucho respeto salvo excepciones. Nos levantamos temprano, sobre todo los cámaras y a partir de ahí, empieza tu día.

- Entonces no hay tiempo para fiestas

- Hay buen ambiente pero pocos momentos para la diversión. Destaco el esfuerzo, al terminar el programa tenemos que preparar el del día siguiente.

- ¿Te atreves a dejar de ver los toros desde la barrera?

- ¡Ni loca! Tienes que ser de la tierra para que te pique el gusanillo, tener unas condiciones físicas muy buenas y saber realmente lo que es el encierro. Jamás me pondría delante de un toro, de hecho cuando los veo de cerca me impresionan muchísimo y te das cuenta de lo que es.

- Tu marido es de Pamplona, ¿él se anima?

- Él tampoco ha tenido ese gusanillo de correr los encierros

- ¿Volverás a +Gente?

- Ahora tendré vacaciones y la idea es volver en septiembre.

- ¿Cómo es la experiencia de hacer un programa diario en directo?

- Es una experiencia formidable porque acabas con mucho rodaje pero el ritmo es vertiginoso y agotador. Es muy muy duro.

- Dijiste una vez que tenías el gusanillo de hacer radio

- Sí porque me gusta muchísimo. Me dedico al periodismo por la radio, quería contar lo que estaba pasando a través de este medio pero se cruzó la televisión en mi camino, aquí me metí y aquí me quedé.

- ¿Hay algo en tu profesión que no has hecho y te gustaría hacer?

- Me gusta mucho la radio y los deportes, pero tengo la fortuna de estar en una profesión muy cambiante en la que podemos ir tocando todos los palos.

- ¿Qué balance haces de tu carrera?

- Positivo porque he tenido la fortuna de encontrarme con buena gente por el camino. He tenido siempre un equipo humano magnifico y si encima haces lo que te gusta ya es un regalo. Los últimos años los estoy disfrutando mucho.

- ¿Cómo ves la situación actual del periodismo?

- Hay que apostar por el periodismo con todas las letras y en mayúsculas. Me da miedo esta corriente de twitter y todo eso. Está muy bien porque las noticias fluyen rápido pero no debemos olvidarnos de contrastar.

- ¿Qué consejo darías a alguien que está empezando?

- Hay que apostar y estudiar lo que te guste. Si eliges periodismo hay que pelear por trabajar desde el primer día porque es una profesión totalmente práctica.

- ¿Nunca has pensado en abandonar tu profesión?

- No, lo mío es vocacional. Tuve una etapa fugaz en la que quería ser detective pero siempre quise ser periodista, enfrentándome incluso a mi padre que quería que estudiase derecho. Al final le convencí y no me he equivocado, cada vez estoy más a gusto.

- ¿Es fácil asimilar tanto las críticas buenas como las malas?

- Hay que saber aceptarlo. En el momento en que te expones sabes que vas a tener un público a favor y otro en contra, es inevitable y es una de las primeras cosas que hay que asumir. Las críticas hechas con respeto y desde el respeto tienen que ser siempre bien encajadas y se puede aprender mucho de ellas.

- ¿Te gustaría que tu hijo siguiera tus pasos?

- Pues no (risas). Quiero que haga lo que quiera, me da igual, de momento quiere ser cazador de bichos. Es importante apostar por lo que uno quiere en la vida pero esta profesión es muy sacrificada entonces eso es lo que no quiero para mi hijo pero si decide serlo le apoyaremos en todo.

- Tu marido al ser periodista lleva bien este ritmo frenético que tienes

- Es una profesión muy endogámica y es lógico que nos acabemos casando entre nosotros, son los que mejor te entienden.

- ¿Qué noticia te gustaría dar?

- Me encantaría que aparecieran los niños de Córdoba, Ruth y José, y que estuvieran bien.

- ¿Las noticias malas duele darlas?

- Sí porque antes que periodistas somos personas pero al mismo tiempo que eso te sobrecoge, cuando estás trabajando te pones un caparazón y sabes que por muchas lágrimas que te lleguen a los ojos tienes que hacer tu trabajo. Cuando apagas el micro es cuando te viene toda la emoción.