La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha acordado convocar para el próximo martes una Asamblea General extraordinaria en lugar de la Junta de Primera División solicitada para ese mismo día por los trece clubes que amenazan con retrasar el inicio del campeonato por el conflicto de los derechos televisivos.

Según informa la LFP, el presidente de esta entidad, José Luis Astiazarán, ha decidido convocar la Asamblea -en la que además de los veinte clubes de Primera participan los veintidós de Segunda- "dado que los temas propuestos a tratar no son competencia, según los Estatutos de la LFP, de la Junta de División".

En la Asamblea se abordará la "problemática suscitada por la reiterada solicitud de Juntas de División por parte de algunos clubes con un orden del día no acorde con las competencias de la misma" y se dará información "sobre la retransmisión televisiva de los encuentros de la Liga BBVA y Liga Adelante", según el orden del día aprobado por la LFP.

El pasado martes, representantes de los clubes Athletic de Bilbao, Atlético de Madrid, Betis, Celta, Espanyol, Getafe, Granada, Mallorca, Osasuna, Rayo Vallecano, Real Sociedad, Sevilla y Zaragoza mantuvieron una reunión en Madrid en la que acordaron solicitar a Astiazarán la convocatoria de una Junta de Primera División para el próximo día 14.

Los clubes pretendían debatir y votar en esa Junta varios puntos relacionados con los derechos televisivos y con los horarios de los partidos de liga.

Entre sus exigencias, según el comunicado hecho público el pasado día 7, están el "pago inmediato" de todas las cantidades adeudadas por los operadores de televisión -Mediapro y Canal Plus- a los clubes de Primera, así como la retirada de todas las demandas interpuestas contra ellos en relación a los contratos de cesión de los derechos audiovisuales.

También reclaman a los dos operadores "el establecimiento de un marco estable que garantice la explotación pacífica" de sus derechos televisivos y piden que se establezca "un procedimiento transparente y reglamentado para la fijación de los horarios de los partidos de Primera División, con la adopción de cuantas medidas sean necesarias a tal fin".

Los clubes firmantes del comunicado -que aseguran tener también el respaldo del Málaga y del Valencia, que no asistieron a la reunión- advirtieron además de que adoptarán "cuantas medidas sean necesarias", incluido "el retraso del inicio del campeonato de liga", si no consiguen "una solución aceptable" a sus demandas.

Al día siguiente, la LFP emitió a su vez una nota en la que señalaba, "como organizadora de las competiciones Liga BBVA y Liga Adelante", que "el Campeonato Nacional de Liga de ambas divisiones comenzará, según está previsto en el calendario, el fin de semana del 18/19 de agosto".

La LFP aseguró que tras recibir las exigencias de los trece clubes había consultado al resto de sus miembros -los otros siete de Primera División y los veintidós de Segunda- y que "la gran mayoría" habían manifestado su "firme decisión" de que la competición comenzara según el calendario previsto, al considerar que "no existen motivos para la alteración del mismo".

Como trasfondo del conflicto está el reparto de los ingresos por las retransmisiones de televisión, que los clubes "rebeldes" consideran desequilibrado, ya que mientras el FC Barcelona y el Real Madrid recibieron la temporada pasada en torno a 140 millones de euros cada uno, clubes como el Atlético de Madrid se embolsaron unos 47 millones y otros como el Rayo Vallecano 14 millones.

Muchos de esos clubes están también están descontentos con los horarios de los partidos fijados para las tres primeras jornadas de liga, algunos de los cuales se disputarán a las 23:00 horas o en lunes.