Su cara es conocida... y su voz, más. El gijonés Juanma Castaño es uno de los referentes actuales del periodismo deportivo español. A sus 36 años, casado y padre de dos hijos, Castaño está en la cresta de la ola. Aquélla a la que se subió siendo un jovencito para hacer entrevistas a los jugadores de su adorado Sporting. Hoy ocupa la actualidad más sobresaliente de los programas deportivos de televisión. Desde la pantalla de 'Deportes Cuatro', la personalidad de Juanma Castaño se ha convertido en un icono, marca tendencia, se le sigue con pasión. Tiene cara de listo y, con todo ello, además es playu.

-Por favor, defínase.

-Soy uno más. Nací en Gijón hace treinta y seis años y cada vez me tira más mi tierra. Me considero muy trabajador en lo mío, y muy vago en lo que no me gusta.

-¿De pequeño qué soñaba ser?

-Siempre lo que soy ahora. Jugaba mucho, pero siempre prefería narrar los partidos de los amigos que jugarlos.

-¿Cómo lleva lo de ser famoso?

-No considero que lo sea, pero ocurre que trabajo donde salen los que son famosos, y yo soy su colega, convivo con ellos.

-¿Lo avalan antecedentes familiares en su profesión?

-No, todo lo contrario, en casa trataron de quitármela idea de la cabeza. Tras hacer el Bachiller en el Colegio de la Inmaculada mi padre se empeñó en que me matriculara en Derecho, pero el fracaso fue estrepitoso. Yo ya sabía que lo mío era la radio.

-¿Cómo llegó a ella?

-Estando todavía en el colegio, escribía en la revista 'Páginas Escolares' y resulta que un día necesité el teléfono de un jugador del Sporting, Abelardo, y fui a la radio para que me lo facilitaran. Me encontré con Manfredo, que no me lo dio pero me puso en contacto con Abelardo. Manfredo se fijó en la jeta que tenía y, entre él y Javier Asenjo me ofrecieron una oportunidad.

-Se puede decir que su carrera ha sido fulgurante...

-Comencé a participar en un programa de la Cadena SER hasta 2001, en que me fui a Madrid animado por Paco González. Desde la propia SER retransmití varias Vueltas a España, el Tour, el Giro... En 2011 pasé a la COPE y luego a Televisión Cuatro.

-Y hoy es el niño mi mando de la selección española...

-Tuve suerte, cogí viento a favor ya que mi estreno televisivo coincidió con los grandes éxitos de la selección y habitualmente viajo con ellos.

-¿La tele era su tranvía llamado deseo?

-No, yo soy de radio, la adoro; la televisión llegó a mí tal vez por no desearla. Esto no quiere decir que la deteste, me encanta, pero no era mi sueño.

-¿Qué lo aupó, tener buena voz, buena facha o buenas ideas?

-Primero, no soy guapo; segundo, la voz depende de la noche anterior, y respecto a las ideas, las malas también sirven.

-O sea, la mala leche...

-Sí, claro, de vez en cuando hay que sacarla, pero sabiendo cuándo. El que la usa sin pausa pierde valor y credibilidad.

-¿Su corazón es rojiblanco forever, a pesar de los pesares?

-Sí, la duda ofende. Esas cosas no se negocian. A veces parece una condena de sufrimiento, pero es inevitable.

-¿Y detrás del Sporting quién va, el merengue o el otro?

-Ninguno. Van personas, no equipos. Amigos que vas haciendo de todos los colores.

-¿A usted, le han hecho alguna vez un penalti?

-Seguro que sí, pero tuve suerte y no lo pitó el árbitro.

-¿Se le escapa algo de bable en su lenguaje radiofónico?

-No, no soy bablehablante, pero dicen que me queda algo de acento, y de vez en cuando suelto un ¡Sí, ho!...

-¿Qué camiseta se enfundaría, si fuera internacional de fútbol?

-La de Xavi Hernández, siento pasión por él. En caso de ser chica, me pondría la de la nadadora Mireia Belmonte.

-Tachemos nombres de políticos. Enumere...

-A Berlusconi y al Papa que no me los toque nadie. El primero es mi jefe y el segundo también. De los políticos de andar por casa me gustaría que tuvieran la dignidad de tacharse ellos mismos.

-¿A quién expulsaría del campo de juego?

-A todos los que amañan partidos. A Mouriño ya no lo puedo echar porque se echó él solito.

-¿Ya ha encontrado la mujer de toda su vida?

-Sí, Noelia Diego, con la que tengo matrimonio y dos hijos. Noelia es asturiana, y mis hijos, gijoneses nacidos en Madrid.

-¿Hay un día feliz en su vida?

-Dos, los que marcan el nacimiento de mis hijos, Dani y Pablo. Dani nació un 11-S, y su bautizo lo celebró Fernando Fueyo, capellán del Sporting.

-¿Y una noche?

-Ésa siempre está por llegar.

-¿Qué será cuando sea mayor?

-Un vividor. No hace falta mucho dinero para conseguirlo.