A pesar de su trabajo, o quizá precisamente por él, a Sara Carbonero no le gusta ser noticia. La joven, de 29 años y natural de Corral de Almaguer, en Toledo, se ha convertido en uno de los rostros más conocidos y admirados del panorama nacional.

Las marcas se pelean por un contrato con ella y todo lo que lleva se agota en las tiendas. Recibe productos para probarlos sin coste, y su estilo es una referencia para la gran mayoría de las jóvenes de este país.

Sara saltó a la fama hace aproximadamente cuatro años. Ya entonces la cadena para la que trabajaba, laSexta, tuvo que incrementarle el sueldo para contrarrestar la oferta de Telecinco, que apostaba 100.000 euros anuales por ella. Además, fuera de su profesión, también se le suceden suculentos contratos con firmas de proyección internacional. Pantene, The Hip Tee, chocolates Valor, Women'secret... la carrera de esta joven manchega ha ascendido de forma fulgurante.

No obstante, la periodista sigue siendo un gran misterio. Su relación con los medios es cuanto menos escasa. A diferencia de otra 'trendsetter' con la que a menudo se la compara, Paula Echevarría, que siempre se muestra cariñosa y divertida con los periodistas, es habitual que Carbonero los rehuya cada vez que acude a algún acto público, temerosa de que la interroguen sobre Iker Casillas.

También los departamentos de prensa y publicidad de las empresas con las que colabora se muestran cautelosos a la hora de proporcionar información sobre ella. La mayoría de sus respuestas han sido compartidas anteriormente con Sara, y han pasado su visto bueno. Según algunos analistas, toda esta cautela podría deberse a las numerosas críticas que se han vertido contra ella desde que su relación con el portero Iker Casillas la hiciera estar en el centro de todas las miradas.

Embarazada de seis meses -Iker y ella esperan a su hijo para el mes de diciembre- su poder mediático no se ha reducido ni un ápice. Si antes, por escasa, una imagen suya valía su peso en oro; su gestación ha unido a los valores de modernidad y estilo que tradicionalmente transmite, los de ternura, maternidad y confianza. Tal y como afirma su estilista personal, Sara "tiene ángel". Quizá sea ese encanto personal el secreto de su estilo.