María Teresa Campos recibió la gran sorpresa de la tarde el pasado domingo en el programa especial por el quinto aniversario de ¡Qué tiempo tan feliz! en Telecinco. Pasadas las 20:35, su novio, Edmundo "Bigote" Arrocet, hacía una gran aparición estelar en el plató para entregarle un ramo de rosas rojas y agradecerle, en nombre de todos, su labor al frente del espacio. La presentadora, sin poder ocultar la alegría y la emoción, no podía creérselo...

Hace dos años, el programa ¡Qué tiempo tan feliz! llevó como invitado a Bigote Arrocet. Entonces, él acaba de enviudar de su segunda esposa, y madre de sus dos hijos menores, mientras que María Teresa Campos lidiaba con algunos problemas en casa, tras serle detectado un cáncer a su hija Terelu. Entonces, María Teresa y el humorista chileno se cayeron bien, pero no era el momento, como nos contó la periodista hace unos días.

Un año y medio después él repitió visita al plató y saltó la chispa. La química entre María Teresa y Bigote durante la emisión fue evidente, y ellos iniciaron una amistad que desembocó en algo más. Y ha sido este verano, donde las imágenes ya no daban lugar a dudas y la presentadora confirmaba -a su manera- que ambos estaban juntos, y felices.

Desde ese instante han sido una de las parejas más buscadas. Les hemos visto relajados en Gran Canaria, en Málaga, en Madrid. Aunque, bien es cierto que Arrocet no es amigo de hablar ni de mostrarse demasiado en actos públicos. Por todo ello, lo último que esperaba María Teresa Campos es que se presentara en su programa la tarde este domingo, en el programa especial por su quinto aniversario.

A lo largo de la tarde fueron pasando multitud de artistas, y a eso de las 20:35 un nutrido grupo de humoristas le anunciaban una sorpresa alucinante. En ese instante apareció Bigote Arrocet con un ramo de rosas rojas, símbolo de amor por antonomasia. Con palabras algo atropelladas y una actitud sorprendentemente tímida, el artista le daba las gracias: "En nombre de todos mis colegas, de todos nuestros compañeros. Gracias por todo, te damos las gracias por cuidarnos a todos". "Gracias por cuidarme a mí", respondía María Teresa, abrazándole, entre besos.

"¿Te has quedado muerta?", le preguntaba su hija Terelu, que también colabora en ¡Qué tiempo tan feliz!. A lo que María Teresa replicaba: "Sí, ahora sí que puedo decir que este programa consigue todo lo que quiere, mucho más que yo. La televisión me ha dado muchas cosas, éxitos, cariño. Y un día me dio la mayor sorpresa, que yo ya no esperaba en mi vida, y entró de pronto por esa escalera".

Bigote, que se había apartado en un segundo plano, solo añadió que el programa "ha significado mucha felicidad. Muchas gracias". La pareja se fundió en un emotivo abrazo y en dos besos de cortesía. María Teresa le despidió bromeando: "No te vayas que me queda muy poco programa".

Ambos parecen ser la viva imagen de la felicidad y disfrutan de su romance y la compañía del uno y del otro. El amor ha llegado a la veterana presentadora y esperemos que esta historia de amor tan romántica sea muy duradera, pues ambos se lo merecen.