José Antonio Sánchez afronta este martes su primera votación en el Congreso de los Diputados como candidato a la presidencia de RTVE. Al PP le será suficiente su mayoría absoluta para nombrar a Sánchez como nuevo presidente del ente público y tomar así el relevo del dimitido Leopoldo González Echenique. El otro candidato, Francisco Javier Montemayor, ha sido propuesto por UPyD.

Será el regreso de Sánchez al canal público después de su primer paso, bajo el gobierno de José María Aznar, y su trayectoria en Telemadrid. En ambos casos, se le ha considerado siempre muy próximo al PP.

Sánchez (Huelva, 1963) ocupó el cargo de director general de RTVE entre 2002 y 2004 y hasta ahora estaba al frente de Telemadrid. Con anterioridad a su trabajo en televisión trabajó durante quince años en la redacción del diario ABC. Será elegido gracias a la mayoría absoluta del PP, pero es uno de los candidatos con menos apoyos de los demás grupos políticos. Desde CCOO van más allá y señalan en su último comunicado como "un nombramiento inmoral e indecente".

Durante su etapa en Telemadrid llevo a cabo un ERE que afectó al 74% de la plantilla y que finalmente el Tribunal Supremo declaró improcedente. Esta no es la única polémica en la que se ha visto envuelto Sánchez, ya que la lista es mucho más extensa. También en Telemadrid fue imputado por varios delitos: prevaricación, malversación de fondos públicos, delito societario y tráfico de influencias.

De su anterior etapa en RTVE queda en el recuerdo la polémica por la cobertura informativa de Prestige, la guerra de Irak o también la huelga general del 20 de junio del 2002. Un año después, el 23 de julio de 2003, la Audiencia Nacional condenó a la cadena por vulneración de derechos fundamentes de huelga y libertad sindical derivados del derecho a la información, episodio que acabó con el entonces presentador del Telediario de la noche, Alfredo Urdaci, refiriéndose al sindicato Comisiones Obreras como "cece-oo".

Sánchez reconoció ante la Comisión de Nombramientos del Congreso haber hecho trabajos hace años para el PP y defendió la realización de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) como algo necesario en una coyuntura de crisis.