Las reacciones al adiós de Pablo Iglesias a la política sigue generando muchas reacciones. Una de las últimas reacciones ha sido la de Ana Rosa Quintana, que se ha dirigido directamente a él en el inicio de este miércoles de 'El programa de AR': "Ya se lo dije una ocasión. Se fueron González, Aznar, Zapatero y Rajoy, y ya veremos qué pasa con el actual presidente del Gobierno (Pedro Sánchez), y los ciudadanos seguimos con nuestras vidas. Ahora se va usted, y tampoco va a pasar nada. Seguiremos siendo libres. Solo le pido que cierre la puerta giratoria al salir".

"Ahora, abandona, perdón, le echan de la política con un tono victimista, calificándose como 'chivo espiatorio' y atacando a resultados democráticos salidos de las urnas, tal y como hizo con Donald Trump. Al final, el lenguaje guerracivilista ha conseguido movilizar a la gente. Casi superamos el récord de participación de la elecciones generales de 1982. Ayer habló la mayoría", aseguró la periodista en su editorial inicial del magacín matinal de Telecinco.

Tras sentarse en la mesa con sus colaboradores, Ana Rosa también calificó a Pablo Iglesias como 'El fugitivo', otorgándole a la actual presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid el mérito de su adiós político: "Ya le debemos otra a Ayuso".

Para ser más exactos y a pesar de que su formación consiguió tres escaños más respecto a 2019, Iglesias anunció su dimisión de todos los cargos y su adiós a la vida política tras los resultados de elecciones madrileñas: "No soy una figura política que pueda contribuir a que en los próximos años nuestra fuerza política consolide su peso institucional".

Los malos resultados en los comicios no son el único factor que ha impulsado a Iglesias a abandonar la política. El exvicepresidente, que llevaba tiempo cansado de las protestas diarias ante su casa, denunció hasta en dos ocasiones el haberse convertido "en un chivo expiatorio que moviliza los afectos más oscuros, más contrarios a la democracia". En este sentido, señaló que la campaña electoral ha traído consigo un "incremento de la agresividad sin precedentes tanto del PP, como de la ultra derecha" y una "normalización de los discursos fascistas".