Karlos Arguiñano, que acaba de cumplir 73 años, ha confesado que, recientemente, ha donado médula ósea a su hermana Loinaz para ayudarla en su tratamiento para combatir la leucemia.
En una entrevista para la revista Pronto, se interesaron por saber qué es lo que le motiva al cocinero y presentador de Antena 3 para seguir al pie del cañón: "Yo intento todos los días animar a la gente a que cocine, y que lo haga variado porque cuanto más variado, mejor alimentado estás. Es así de claro", explicó Arguiñano, quien recientemente ha recibido el Premio Nacional de Televisión por sus más de 30 años enseñándonos a comer bien con sus programas.
Para demostrar la importancia de los buenos hábitos de vida, quiso explicar que gracias a su estado de salud ha podido ayudar a su hermana pese a haber cumplido 73 años el pasado 6 de septiembre, : "Esta semana he donado médula a mi hermana Loinaz, que tiene leucemia. La ayudé hace 15 años pero ahora ha tenido un bajón. Para donar te hacen un montón de análisis y a mí el médico me dijo: 'Mira, Karlos, sigue haciendo la vida que haces, porque estás muy bien'. ¿Y eso gracias a qué? Al estilo de vida y la alimentación", añadió.
"¿Por qué no se habla de alimentación desde el instituto? ¡Si lo que nunca dejamos de hacer es comer y beber!"
El conocido chef quiso hacer hincapié en lo que le ayuda la cocina para seguir adelante: "Yo a la gente le digo que la cocina tiene muchas ventajas porque si cocinas, te vas a entretener en la compra, la gente va a disfrutar comiendo lo que has hecho, te lo van a agradecer y, por ello, te vas a sentir feliz. Y en esta vida lo único que vale es ser feliz", confesó. También aprovechó para reivindicar la importancia de que se enseñe cocina en las escuelas, institutos y universidades. "¿Por qué no se habla de alimentación desde el instituto? ¡Si lo que nunca dejamos de hacer es comer y beber, y nadie habla de eso, con lo importante que es!"
El cocinero, que tiene siete hijos y once nietos, ha vivido la pandemia con algo de inquietud sobre todo por su mujer, Luisi, que se sentía agobiada y preocupada por su prole. "Pero por suerte, a nadie de la familia nos ha tocado, de momento", señaló.
