España ya tiene representante en Eurovisión 2022. Y no, al final no será esa canción de la que, para bien o para mal, todo el mundo habla. Chanel, la cantante, actriz y bailarina cubana de Olesa de Monsterrat, impuso su sentido del espectáculo de vocación internacional y conquistó con ‘SloMo’ el triunfo en la final del Benidorm Fest y, con ello, la plaza para defender los intereses de RTVE en el certamen europeo de la canción, que se celebrará el 14 de mayo en el Pala Alpitour de Turín. La gran favorita, Rigoberta Bandini y su ‘Ay, mamá’ (o ‘Ay, mama’, que uno lo ha visto escrito de las dos maneras y ambas encajan con la letra de la copla), tuvo que conformarse con una segunda plaza que dejó a sus muchos seguidores dando rienda suelta a sus sentimientos ultrajados y aireando feas acusaciones de tongo. 

Encuesta | El voto alternativo del Benidorm Fest: ¿Quién hubieras preferido que ganara?

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De hecho, lo único verdaderamente seguro en la noche del sábado antes de empezar la gala en el Palau Municipal d’Esports L’Illa de Benidorm era que, fuese cual fuese finalmente la canción elegida, media España se iba a sentir con la obligación de odiarla de una manera muy visceral y, además, de hacerlo saber en los términos más ofensivos posibles (basta con darse en estos momentos una vuelta por las redes sociales para constatar que, una vez más, el país ha sabido estar a la altura de esa lamentable expectativa).

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El Benidorm Fest corona a Chanel como representante de España en Eurovisión EFE

Un duelo de tres

A tenor de los resultados de las eliminatorias previas, la final del Benidorm Fest (Bénidor Fest, en la idiosincrática pronunciación del presentador Máximo Huerta) se planteaba como un duelo casi directo entre Rigoberta Bandini y Chanel. Entre ‘Ay, mamá’ y ‘SloMo’. Entre el himno artesano, inspirador y emocionante de ejecución imperfecta y la brillante puesta en escena de una canción de producción industrial hecha para el baile. Detrás de ellas, un poquito rezagadas por el desaire que sufrieron en la votación del jurado profesional en la primera semifinal, las gallegas Tanxugueiras, favoritas de un sector muy movilizado del público, sacaban brillo a sus panderetas y preparaban sus conjuros para intentar dar la sorpresa. Casi lo lograron.

Un momento de la actuación de Rayden en la final del Benidorm Fest. RTVE

El azar dispuso que esta vez fuera Rayden quien abriera el concurso con ‘Calle de la llorería’. Acompañado por esa animosa cofradía que no se sabe bien si acaba de salir de una taberna escocesa o de una barbería ‘hispter’, el cantante y rapero complutense introdujo muy pocas variaciones en un número que ya había llegado muy engrasado a la semifinal del jueves, aunque sí cambió los coros bajándoles el volumen. Pero esta vez estaba claro que la lucha por los primeros lugares iba a ser cosa de mujeres y a David Martínez le acabó correspondiendo el cuarto puesto

El pueblo, con las gallegas

Tanxugueiras, que con su aire de hechiceras celtas y su poderosa presencia defendían la frondosa ‘Terra’, sí ajustaron bastante más su propuesta, especialmente en lo relativo a la realización televisiva, mucho más precisa que en el pase del miércoles, al que llegaron sin haber podido ensayar. Ello no hizo que mejorara la evaluación del jurado profesional, que relegó a las gallegas a la quinta plaza e impidió que se alzaran con la victoria pese a que tanto el televoto como el así llamado panel demoscópico les otorgó el primer lugar

Un momento de la actuación de Tanxugueiras en el Benidorm Fest. RTVE

Los oriolanos Varry Brava llegaban a la final con la peor puntuación previa de todos los participantes, de modo que sus opciones de victoria tendían a cero. Así parecieron entenderlo también ellos, que, liberados de la presión de la competición, dejaron aflorar su vena más verbenera y ‘petarda’ y, a ritmo de ‘Raffaella’, se montaron un guateque ochentero que, a pesar del tinte rubio platino, parecía evocar más a Pino D’Angiò que a la Carrà. Buen rollo absoluto que no logró hacerles ir más allá del sexto puesto.

Tras su triunfo en la primera semifinal, todo hacía pensar que Chanel se limitaría a reproducir el impecable ejercicio coreográfico que desplegó entonces. Y eso es lo que hizo, pero con nuevo vestuario. “Ready pa’ romper caderas”, Chanel Terrero clavó otra vez el número con seguridad felina, aunque la ostensible presencia de una pista vocal grabada despertó algunas suspicacias. “Yo siempre primera, nunca ‘secondary’”, dice la inefable letra de ‘SloMo’. No falló el pronóstico. Los votos del jurado le dieron el margen suficiente para llevarse al final el gato al agua.  

Movimiento Rigoberta

La puesta en escena de Rigoberta Bandini volvió a tener ese punto de caos y despelote que tanto le reprocharon sus detractores en la primera comparecencia, pero la alegría y la convición que desprenden la barcelonesa y su peculiar ‘troupe’ de coristas y bailarines interpretando ‘Ay, mamá’, con ese astuto crescendo final, resultan tan contagiosas -la variante ómicron del pop con mensaje- que de nuevo los eurofans congregados en el Palau L’Illa respondieron con un estallido de emoción y euforia. Más que una canción, la Bandini ha creado un movimiento. Aun así, se quedó a cinco puntos de la ganadora.

Un momento de la actuación de Rigoberta Bandini en la final del Benidorm Fest. RTVE

Después del subidón propiciado por Chanel y Rigoberta, la recta final de la gala resultó un poco anticlimática. Cosas del sorteo. El madrileño Xeinn aguantó el tipo con el europop en falsete de ‘Eco’ (ideal para la cabecera de una serie de ‘anime’) y un espectáculo de luces y proyecciones que se quedó un poco a medias. Gonzalo Hermida, convaleciente todavía de covid, repitió el vídeo de la balada ‘Quén lo diría’ que ya conocíamos de la semifinal del jueves. Y Blanca Paloma, cerrando el concurso, protagonizó una nueva exhibición de poderío vocal, buen gusto y minimalismo escénico en su interpretación de la intrigante pero algo inaccesible ‘Secreto de agua’.

Las actuaciones de Pastora Soler, que ya había cantado al inicio de la gala, y Nia y Nyno Vargas entretuvieron al personal mientras se emitían y contabilizaban los votos.

Encuesta | ¿Qué te parece que Chanel represente a España en Eurovisión con la canción 'SloMo'?

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El anuncio del veredicto vino a constatar lo que ya se barruntaba desde la primera semifinal: que el desmesurado peso del jurado profesional en el resultado final (el 50%) iba a ser determinante. Así fue. Ganó su favorita, Chanel.

La del “booty hypnotic”. La que vuelve “loquito’ a todos los daddies”. España ya tiene representante.