'La noche D' llegó la semana pasada al prime time de los martes en La 1 de TVE. El show presentado por Eva Soriano calienta motores para Eurovisión y esta noche contará con invitados como Laura Pausini, Massiel, Azúcar Moreno, Daniel Diges, Rosa López, Soraya Arnelas y David Fernández. En YOTELE hablamos con Chenoa, una de las colaboradoras del espacio, que nos cuenta sus expectativas sobre el late night semanal.

¿Qué te sedujo de este proyecto en el que se dice que vemos tu parte más de Show Woman?

Yo creo esta sección, que es algo pequeño dentro del programa, en la que tengo mi parte de música que me parece divertida y no es tan seria. Después de todos estos años y todo lo que nos han robado de vida, es una manera de sacar a la gente de llegar a casa hecho polvo y ver algo gracioso. La música siempre motiva a que te de serotonina y vayas a dormir de otra manera. Esta es mi parte de aportación a 'La noche D' y los encargados del humor aquí son los que son y he trabajado con ellos y aprendo muchísimo.

Al final, tu también participas en ese humor general del programa...

Yo soy graciosa a mi manera, tengo un humor bastante incomprendido. Lamentablemente no tengo filtro. Cuanto más guion te pongan, en mi caso va en contra porque no sé llevarlo.

¿A qué te dedicas exactamente en tu sección?

Pues cantaré para dar un poco de vidilla y jugar mucho con los invitados que vengan a divertirse. Voy a sacarlos del rollo y jugar para que adivinen canciones. Yo también voy a actuar como jugadora, que no solamente voy a hacer de presentadora de mi sección.

¿Este programa lo vas a compaginar con 'Tu cara me suena'?

No me he desvinculado del proyecto para nada. Hace nada que he hablado con los del jurado por el chat que tenemos y nos echamos mucho de menos.

Ha surgido una buena pareja televisiva bastante comentada de Eva Soriano y Chenoa, ¿cómo lo ves?

¡Por supuesto! Ha sido algo muy llamativo, me di cuenta en las redes sociales y me pregunté: "¿Pero qué ha pasado?". Todo el mundo estaba con este tándem. Con ella conecté muy rápido. Es gente que se mete contigo pero a la vez te sienta bien. Ha sido como muy rápido todo. Creo que nos hemos encontrado en otras vidas y, a partir de ahí, ha sido como que la gente ha querido que nosotras fuéramos juntas en algunos proyectos. Lo bueno cuando estás en un sitio de trabajo es llevarte bien. En este caso tengo suerte con Eva.

¿Eva Soriano te lo ha puesto fácil y ha hecho que no estés incómoda?

Yo en los trabajos no suelo estar incómoda porque suelo estar más curiosa. La incomodidad la noto demasiado cuando me veo prejuzgada, no cuando me dejan total libertad. A mi me molesta mucho el prejuzgue, hace años que la gente se piensa que sabe cómo soy y no es así. La gente no da la oportunidad tampoco de conocerme. El punto de lapidar por frase, por situaciones o por alguna escena en concreto es una mochila cuando llevas 20 años en esto...

¿Crees que la gente pensaba que eras igual un poco seria, borde...?

El punto de la bordería llegó en un momento en el que yo quizás era muy potente para lo que todavía se estaba estilando en la calle. Esa lección no era para nada asunto mío. De hecho, creo que eso venía de una sociedad que no estaba preparada. Yo no hacía nada malo ni daño a nadie. Yo soy una currante más, con mi manera de ser, bastante echada para adelante y las situaciones de la vida te llevan a ser de muchas formas.

¿Crees que ahora hay más hueco en la televisión para gente potente y con personalidad distinta al resto?

Creo que lo hemos peleado entre todas y todos. Conozco también hombres maravillosos que lo que quieren es que todos estemos al mismo nivel de hacer un humor, gastar un chiste... Hay que hacer piña. La televisión se va flexibilizando y nos vamos desencorsetando, vamos hacia algo neutro. Da igual la altura, tu peso, tu sexualidad... estamos en 2022.

¿Tienes más proyectos ahora?

Cuando estoy en un proyecto me centro muchísimo en lo que estoy haciendo. Mi intención es hacerlo lo mejor que pueda. Cuidado, que también seré muy crítica. Yo me meto en el proyecto y después veo si encajo o no desde fuera. Con los años, esa veteranía de ser crítica la tengo. No he parado hasta ahora y hay una parte de mí que necesita oxigenar.