La llama más famosa de la televisión se ha apagado tras completísimo y trepidante debate en el que han salido a la luz todas las mentiras y las verdades por contar de los participantes de La isla de las Tentaciones.

El programa en el que 5 parejas intentar no sucumbir al pecado en una paradisiaca villa de República Dominicana, presentado por Sandra Barneda, ha puesto el colofón final a una de las ediciones más sorprendentes de las que se recuerdan.

Una edición en la que las infidelidades han estado a la orden del día y en el que han ocurrido hechos históricos que jamás habían ocurrido en televisión, como el trío realizado entre dos tentadoras y un concursante.

Pero, si hay una pareja que ha destacado por encima de las demás ha sido la formada por los canarios Tania y Alejandro quienes, hasta los últimos minutos del programa han estado en boca de todos.

Si la semana pasada recibieron un gran corte por parte de Nagore Robles y la relación de los jóvenes ha sido puesta en tela de juicio en reiteradas ocasiones, parece que ambos no han tenido suficiente y, en el último programa de la cuarta temporada de 'LIDLT', los canarios han confesado su gran engaño al programa.

Dos bombazos inesperados

Tanto Tania como Alejandro han estado en el centro de la polémica durante todo el programa.

Sin embargo, el último especial de La isla de las Tentaciones ha sido el momento en el que se ha destapado la estrategia de ambos para sorpresa, no solo de los espectadores, sino de la organización del programa.

Tania ha reconocido que, pese a negarlo en reiteradas ocasiones, sí que le fue infiel a Alejandro con Stiven. Pero la gran mentira se destapó con la confesión de Alejandro, que dejó a todo el mundo boquiabierto al contar su verdad.

"Oculté algo al programa, he hecho cosas que a ella le han hecho daño. En dos ocasiones", comenzaba el joven ante la atenta mirada de Sandra, Tania y el plató. "Una vez me excedí hablando mucho con una chica e intenté quedar con ella, quedamos pero me di cuenta que prefería lo que tenía en casa. Luego, con otra chica en una discoteca, me calenté y nos besamos", provocando el llanto desconsolado de su pareja.

"Dije cosas de las que me arrepiento y creo que empujé a Tania a que se fijara en otro chico... He ido al psicólogo y me ha dado otra percepción de la vida. Puedo perder el amor de mi vida por ser así", reconocía Alejandro.