Según se abre la puerta del set número 1 de la sede europea de Netflix en Tres Cantos, Madrid, huele a laca. Sí, a laca. Allí se encuentra el piso de Sara y Raúl (Carmen Arrufat y Álex Pastrana), los influencers de la sexta temporada de ‘Élite’, ahora mismo el buque insignia de la compañía en España y la serie española más longeva dentro de la plataforma.

La habitación de Sara y Raúl. M.C.

No es el único espacio en esta sede, la varita con la que se crea la magia en España, en el que se rueda parte de la trasfronteriza producción. El hormigón moderno y gris del colegio Las Encinas es inconfundible. Tanto como sus pupitres blancos impolutos, sus largos pasillos modernos y diáfanos y, cómo no, los tan conocidos vestuarios y duchas, escenario de más de una escena subida de tono.

Clase el colegio 'Las Encinas'. M.C.

Tampoco falta otra de las novedades de la sexta temporada de la serie, que ya está trabajando en la séptima. La preciosa y rubia Isadora (Valentina Zenere) tiene su discoteca en Tres Cantos, también el hotel donde vive y su habitación de lujo. Un despliegue de medios decorativo como no hay otro cargado de tacones de ‘brilli-brilli’, hasta 50 metros de pantallas led y 900 metros cuadrados solo para recrear la vida de uno de los personajes más carismáticos de las últimas temporadas.

La habitación de Isadora. M.C.

Cuando creamos la serie teníamos pensado dos tipos de colegio. El que tenemos ahora delante, o uno más estilo Harry Potter. Al final nos decantamos por lo primero”, explica Carlos Montero, que junto a Darío Madrona ha creado la afamada historia y que se desvive en detalles sobre la iluminación, el espacio (ahora más amplio que en las primeras temporadas) y algunos de los entresijos del montaje. Lo más curioso: frente a los inodoros de los chicos las paredes se retiran, una forma perfecta de grabarles en una escena en la que estén… en el wc. Montero lo enseña orgulloso: “Se utiliza mucho”, dice, mientras deja alucinados a los presentes.

Carlos Montero en la escalinata de Las Encinas, de 'Élite'. M.C.

Bayona, con botas de trabajo y turbulencias

La presencia de la prensa en este espacio por el que muchos jóvenes matarían por pisar nos es baladí. Netflix España ha duplicado este año sus instalaciones madrileñas sumando platós y laboratorios de postproducción. Como resultado: 22.000 metros cuadrados, 10 platós de televisión, salas de edición, color, vídeo… un despliegue de medios a la altura de una de las plataformas con más suscriptores del mundo.

Además de 'Élite', en estos momentos Juan Antonio Bayona trabaja en el set número 6 para culminar su película, ‘La sociedad de la nieve’, que narra la tragedia de los jugadores de rugby en el accidente de avión de 1972 en los Andes, popularmente conocida gracias a otro filme, ‘Viven’.

“Me han dicho que tenía que decir unas palabras y no entendía nada. Estamos rodando y no sabía que venía gente”, comenta Bayona calzado con botas de punta de acero, pantalón de trabajo y un buen abrigo. Parece como si acabara de llegar de los propios Andes. Y casi casi. El director de películas como ‘El orfanato’, ‘Los Otros’ o ‘Un monstruo viene a verme’ cuenta que han pasado por Chile, Uruguay, Chile otra vez… y que incluso han tenido que nevar un olivar de La Mancha para hacer algunas escenas allí.

Entrada al set 6 donde J. Bayona trabaja en 'La sociedad de la nieve'. M.C.

El director explica que se han creado hasta tres aviones completos para el rodaje en exteriores con el ansia frenética del que aun le quedan ocho meses de trabajo para culminar un filme que empezó en 2018, mientras un especialista, colgado de un alambre y en un asiento de avión, es zarandeado por un tipo vestido de verde croma. Los aplausos no tardan en llegar, es especialista, pero actúa que no veas.

Junto a Bayona y parte de su equipo, dos mitades de aviones sobre plataformas hidráulicas para simular el accidente. “Uno hace turbulencias fuertes y el otro más flojas”, comenta uno de los técnicos. Y nada de sacar fotos. Incluso uno de los visitantes es invitado a abandonar el set. Al final no se va, aunque evitar captar alguna imagen es casi del todo imposible.

Una parte de un avión sobre una plataforma hidráulica. M.C.

Edición en remoto y ‘postpo’ en la nube

Al que acuda a estas instalaciones le queda claro que no está en cualquier plató de cualquier televisión. Netflix es otra historia y en todo momento lo deja claro. En las estancias de postproducción, con el primer sistema de edición remoto en España (con 30 nuevas salas que facilitarán a los profesionales técnicos trabajar en proyectos desde cualquier lugar de España o Europa) o el primer laboratorio de postproducción en la nube de Netflix a nivel global, lo que más llama la atención es que una de las salitas está forrada de guiones de capítulos de ‘Las chicas del cable', ‘La casa de papel’, ‘Sagrada familia’… al otro lado, un salón comedor al más puro estilo cafetería americana. “Nuestros creadores deben tener un espacio donde poder descansar”.

Los exteriores de Netflix en Madrid. M.C.

Así, María Ferreras, Global Head of Partnership y Business Development en Netflix, asegura que “estamos convencidos de las fortalezas y oportunidades que ofrece España como centro de producción y posproducción audiovisual en Europa y en el mundo. Esta sede se sitúa como un punto de encuentro para el talento local y global”. 

Los dioses van en chándal

Perséfone, Zeus, Afrodita o Heros van en chándal. Con chándal de Dior. Este es uno de los puntos fuertes de ‘Kaos’, la nueva serie que Netflix está grabando en Madrid después de haber recorrido lugares como Valencia, Sevilla o Sitges. En el último de los sets de las instalaciones de Tres Cantos, técnicos trabajan afanosos en culminar los decorados donde se seguirá grabando. Vasijas, candelabros, espejos… decoraciones al más puro estilo casa andaluza y con tintes moriscas, calabozos… no le falta detalle. ¿El argumento? Aquellos dioses griegos y romanos viven en el presente y con vidas de lo más normales. Creada por Charlie Covell y protagonizada por Jeff Goldblum, presenta una visión moderna de la mitología explorando temas como las políticas de género, el poder y la vida en el infierno.