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Anabel Pantoja se refugia en Gran Canaria en el peor momento de su vida

La sevillana vuelve a su 'paraíso particular' para recomponerse de la dolorosa pérdida de su padre en Arguineguín

Anabel Pantoja se refugia en Gran Canaria en el peor momento de su vida

Anabel Pantoja se refugia en Gran Canaria en el peor momento de su vida / GTRES

Carlos Ventura

Carlos Ventura

Anabel Pantoja no encuentra consuelo. La 'influencer' sevillana está atravesando sus horas más bajas desde que hace una semana se produjese el fallecimiento de su padre, Bernardo Pantoja. La joven hispalense, además, ha tenido que enfrentarse a unas complicadas declaraciones vertidas por la mujer de su difunto padre, Junco, quien ha sacado las vergüenzas de la familia en el peor momento posible.

Con el único objetivo de parar su mente y sanar su alma en tan complicados momentos, Anabel Pantoja ha hecho las maletas y, tras varios meses fuera, ha regresado a Arguineguín, en el municipio de Mogán, en Gran Canaria y lo ha hecho con una excepcional compañía que le hará mucho más llevadera su estancia en su 'paraíso particular': su madre, Merchi.

La que fuera mujer del grancanario Omar Sánchez ya había manifestado en más de una ocasión las ganas que tenía de volver a la isla pero sus compromisos profesionales le habían impedido cumplir este deseo. Ahora, ha sido la triste situación personal que atraviesa la que le ha permitido hacer realidad lo que hasta el momento era una ilusión por llevar a cabo.

"Regreso a casa"

La 'influencer' ha colgado una fotografía en su perfil oficial de Instagram en la que que comparte, con una emotiva expresión, su felicidad por poner rumbo a Gran Canaria, en concreto a Arguineguín, en el municipio de Mogán.

Anabel Pantoja se refugia en Gran Canaria en el peor momento de su vida

Anabel Pantoja se refugia en Gran Canaria en el peor momento de su vida / Instagram

En la imagen, la joven agradece además a su madre que le acompañe en este importante viaje que supone para ella el volver a reencontrarse con la isla que tan bien la ha acogido y a la que considera su casa. "Después de varios meses, regreso a casa. Ella no ha querido dejarme sola y, después de años sin volar y estando malita con la pierna, viene a ayudarme", escribe la joven.