Su silencio en redes sociales hacía presagiar que Aurah Ruiz no pasa por su mejor momento. Para evitar especulaciones, la joven grancanaria residente en Turquía ha utilizado su canal de MITMAD, Original Aurah, para contar el motivo de su desaparición de Instagram y se ha abierto en canal con sus seguidores acerca de la complicada e irreversible situación que el matrimonio compuesto por la 'influencer' y Jesé Rodríguez atraviesa en Turquía. En medios deportivos españoles se especula ya con la vuelta del futbolista canario a España a algún equipo de primera división.

Si bien es cierto que al comienzo de su sincero vídeo la propia Aurah reconoce estar feliz en compañía de su marido y su hijo, Ruiz no ha podido evitar reconocer que, en las últimas semanas, una serie de acontecimientos han dificultado mucho su vida en el país otomano afectando a lo que más quiere en este mundo: su hijo Nyan.

Aurah Ruiz ha confesado en su último vídeo para la citada plataforma audiovisual de Mediaset que está agotada y que su estancia en Turquía se ha vuelto aún más compleja porque ha perdido a la que era su mano derecha en el país otomano. Sin embargo, la otra gran preocupación que ronda la cabeza de la canaria es que su hijo no se está adaptando bien a su nuevo hogar y esto le ha hecho tomar una dolorosa pero necesaria decisión que ha compartido con sus seguidores.

"No tengo ni fuerzas, ni ganas, ni nada"

Sincera y confiada en que en cuatro meses pueda volver a España, Aurah Ruiz ha desvelado que la marcha de su amiga y persona de confianza en Turquía le ha dejado devastada. "Yo tenía una chica que estaba contratada por nosotros, estaba viviendo en mi casa. Ahora, ella ya no está aquí y no está trabajando y ella se quedó en Gran Canaria. No tengo ayuda, estoy haciendo las noches de Nyan con Jesé y estamos destrozados".

Además, Aurah reconoce esta muy preocupada por la vida y el futuro de su hijo. "Nyan en el colegio de Turquía, el experimento que hicimos de meterlo en un colegio con una profesora que hablara español, no sirvió. Así que Nyan, cuando volvimos a Turquía, Nyan ya no va al colegio, no está escolarizado. Estamos rotos porque no dormimos y encima Jesé tiene que ir a entrenar en esas condiciones de cansancio. Así llevamos desde el 24 de diciembre" dice apenada.

Tras esta confesión, la joven reconoce que ya no aguanta más y que todo se le está haciendo muy difícil. "Se me está haciendo super difícil vivir en un país donde no se hable mi idioma, donde Nyan no tenga sus terapias y no esté escolarizado. Se me está haciendo muy cuesta arriba. Quedan cuatro meses para que esto se termine y, sinceramente, no veo mi futuro aquí". "No tengo fuerzas, ni ganas ni nada" señala.