Quizá haya alguien en TVE que, como el majara Donald Trump, sólo crea las encuestas que le favorecen. Puede ser. Las que hace el CIS, Centro de Investigación Sociológica, preguntan por casi todo. Hasta por las cadenas que prefiere el personal para estar al hilo de la cosa política. No hay sorpresa. La mayoría de encuestados elige a La Sexta cuando se trata de información política. El deterioro de TVE en este y otros campos no es cosa de comentaristas obsesivos a los que se les va la pinza y recuerdan que el descrédito, la manipulación, la descarada dependencia del Gobierno y encubrir mediante artimañas que no tienen que ver con el periodismo las acciones del partido gobernante sólo pueden traer estos lodos. Los datos son los datos, señor Eladio Jareño, director de la casa. Está claro que José Antonio Álvarez Gundín, responsable de los Servicio Informativos, es un lacayo de Moncloa, así que la audiencia los ha ido poniendo en su sitio.

Veamos. Hasta la llegada del PP al Gobierno, La 1 era, como tendría que ser normal, la elegida por los ciudadanos para informarse. Pero en estos largos, oscuros y tristes cinco años ha perdido 20 puntos. De un 40% de españoles que la preferían para informarse ha pasado a menos de un 20%. Alguien tendría que hacérselo mirar. Desde la irrupción de estos bárbaros de la información, los que barrieron en unos meses el brillante legado de Fran Llorente y aquella televisión pública premiada y reconocida en el mundo entero, La 1 está por debajo de La Sexta, que a pesar de su evidente sesgo tiene más crédito. A ver si los nuevos aliados del Gobierno se toman en serio la cosa y levantan alfombras.