La única manera de que el PP busque justicia en la Gürtel es que saque una revista satírica. Nombran persona non grata a Serrat en las costas independentistas del Mediterráneo. Estamos hartos de que a La Manada se les trate de imbéciles cuando son sicópatas. Daesh contrata a Santiago Calatrava para destruir edificios. Hay menos posibilidades de que estalle La Sexta por un atentado de policías de ultraderecha que por un experimento de Pablo Motos.

Estamos hartos de los que votasteis a Rajoy, de habernos acostumbrado a ganar 1.000 pavos y de la papada de Zoido. Los directivos de TV3 tendrán que hacer un curso de manipulación informativa en TVE. Ante los 42 años de la muerte de Franco, para hacer un golpe de Estado no necesitas dos cojones, con uno sobra. Los titulares, disparatados la mayoría, hilarantes, están sacados de la realidad, aunque como se puede intuir, deformada de la mano del sarcasmo, la ironía, y la lectura hecha con el ojo del talento y el humor.

Los de la revista Mongolia llegan algunos días de la semana con su Informe Mongolia a 'Al rojo vivo' para dibujar una sonrisa en mitad de unas mañanas que, sin necesidad del teatral dramatismo que a veces impone Antonio García Ferreras, ya vienen cargadas de fábrica. Edu Galán y Darío Adanti se plantan ante una mesa-taburete con sus papeles, sus noticias falsas, y consiguen lo que consigue el humor, poner el dedo en una yaga que supura una verdad a borbotones, como esta. Que dice el obispo Cañizares que no se puede ser independentista y católico, pederasta quizá sí, pero independista no. Pues hala, quien se pica, ajos come.