Silvia Quer es una de las mejores realizadoras de televisión con que cuenta nuestra industria desde su debut en 1993. En el último año, Silvia Quer ha dirigido películas para televisión (no quiero emplear la expresión TV Movie porque parece que las infravalora) de altísima calidad. A falta de una, tres, a saber, La Xirgu, protagonizada por Laia Marull ; La luz de Elna , con Natalia de Molina ; y De la ley a la ley , en la que Gonzalo de Castro encarna a Torcuato Fernández Miranda , y que veremos pronto.

Silvia Quer no ha parado de trabajar en veinticinco años. Pero no es directora de cine. Y eso la hace militar, cosas del sistema, en una especia de segunda división. Como si buena ficción televisiva se filmara sola. Consultas las antologías de directores de cine, y aunque su filmografía sea muy reducida, ahí están, inventariados. Analizados y compartimentados por temáticas, por géneros, por el criterio que el investigador desee compilar. Recuerdo a directoras de cine cuya opera prima fue al mismo tiempo la postrera, al menos en las décadas que han transcurrido desde su estreno. Recuerdo los casos de Mónica Laguna, autora de El juego de la luna ; de Dolores Payás , con Me llamo Sara o de Isabel Gardela , con Tomándote. En su momento las vi en distintos festivales, donde puse cara a sus directoras en mesas redondas, jornadas y ciclos a propósito del cine hecho por mujeres.

Nada de esto ha sucedido con sus homónimas que trabajan exclusivamente para la televisión. Silvia Quer ha ganado premios muy merecidos. Su obra ha figurado en palmarés de eventos televisivos. Qué menos. Pero habría que reivindicar su nombre y darle visibilidad. Junto a la guionista Helena Medina son de las mejores del gremio. Y justo es decirlo en voz alta.