True Detective ha vuelto por todo lo alto a los cuatro años de marcharse discretamente por la puerta de atrás, después de una segunda temporada vapuleada por la crítica. Tras tantos años de espera, la audiencia estaba cruzando los dedos y suplicando, "que sea buena, que sea buena". Emitidos los dos primeros episodios de la tercera entrega en HBO, el veredicto es que la serie recupera el espíritu de la primera y, si la cosa no se tuerce, podrá cerrar su nueva entrega con el esplendor de antaño. Casi se podría decir que se parece mucho a la primera temporada. Aún es pronto para sacar la conclusión de cuánto se parecen y seguro que tratará de marcar distancias. Hasta es muy fácil encontrar similitudes en las imágenes que se ven en los títulos de crédito (no en la música, que deja atrás las voces cavernosas de años pasados y parece elegida para dejar claro que el protagonista es afroamericano).

En la tercera temporada, nuevamente dos detectives muy diferentes entre sí se ven inmersos en una investigación que marcará varios años de su vida y que parte con la desaparición de dos niños. Sus pesquisas se mueven entre familias desestructuradas, perdedores y extrañas creencias religiosas. Los pantanos de Luisiana han sido reemplazados por los lagos de Ozark. Sí, los mismos donde viven Jason Bateman y su familia en la serie de Netflix.

Mahershala Ali y Stephen Dorf toman el relevo a Mathew McConaughey y a Woody Harrelson como los duros policías al frente del reparto, aunque éstos últimos siguen como productores. A Mahershala Ali le toca el papel de ser el rarito e intenso, mientras que el segundo es el poli campechano y un poco brutote que sirve al protagonista como nexo con sus compañeros. El tema racial de momento no está muy presente, aunque ya ha habido alguna insinuación de que podría aparecer. Ali interpreta al detective Wayne Hays, cuyo pasado traumático viene de su paso por la Guerra de Vietnam, en la que era rastreador y pasaba semanas solo en la selva explorando, sin contacto con nadie. McConaughey como Rusty Collins arrastraba sus problemas por los años que pasó como agente infiltrado en una banda de moteros. La historia no está narrada en dos planos temporales diferentes, sino en tres: en los años 80, concretamente, a partir "del día que murió Steve McQueen"; unos años más tarde, cuando el caso da un giro inesperado; y en nuestro presente, cuando el protagonista es un anciano, en un destacable ejercicio de caracterización donde el maquillaje no canta tanto.

La tercera temporada de 'True Detective' será el momento para que Nic Pizzolatto pueda sacarse la espina de las críticas recibidas por la segunda temporada. Muchos achacaron el descenso de la calidad al hecho de que Cary Fukunaga ya no fuera el director de la serie. Pizzolatto y Fukunaga no terminaron nada bien y hay quien dice que hasta llegaron a las manos. En la segunda temporada de la ficción de HBO, aparece un personaje que hace de director con aires de divo que dicen que es una parodia que hizo el guionista a su antiguo compañero. Tras la ruptura del tandem artístico, las culpas por el desastre de la segunda temporada cayeron sobre Pizzolatto. Críticas que fueron injustas porque la segunda temporada tenía bastantes elementos de interés para salvarla de la quema. Su problema era que no llegó a la altura de una primera entrega que había hecho historia. Mientras Fukunaga ha dividido a sus seguidores en 'Maniac' de Netflix, Pizzolatto puede demostrar que nunca lo ha necesitado.

Desde sus comienzos, 'True Detective' ha estado perseguida por la sombra de 'Fargo', hasta el punto de que en los Emmy le arrebató las codiciadas estatuillas. En la segunda temporada, mientras 'True Detective' se hundía, 'Fargo' se elevó y cerraba otra gran entrega. Más discutible fue la tercera temporada de 'Fargo' que, al igual que su principal competidora, el problema con el que se encontró es que no logró alcanzar la calidad de dos entregas que habían sido sobresalientes. Como 'True Detective', 'Fargo' ha estado un tiempo en barbecho y posiblemente a lo largo de este año acabe viendo la luz la cuarta temporada. Las dos series podrán seguir rivalizando. Y para no aburrirnos, Antena 3 se ha lanzado a hacer 'Matadero', lo que se conoce como un 'Fargo' a la española y a la que habrá que echarle un ojo.