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Tú y yo somos tres

La crítica de Monegal: Bárbara Rey habla de ‘mano negra’ sin citar a Borja Prado

Era la primera vez que Pablo Motos la invitaba a su programa, y el objetivo era promocionar el aterrizaje de Bárbara en el imperio Atresmedia

Bárbara Rey en 'El Hormiguero'.

Hablábamos ayer del veto sobre Rociíto Carrasco que ya rige en todos los canales de Mediaset España, imperio televisivo que ahora preside Borja Prado. Hablemos hoy del veto que también se ha dictado sobre Bárbara Rey. Ella misma lo acaba de mencionar en ‘El hormiguero’ (A-3).

Ha sido una noche singular. Es la primera vez que Pablo Motos la ha invitado a su programa. El objetivo de este interés era promocionar el aterrizaje de Bárbara en el imperio Atresmedia, en donde acaban de lanzar una serie en Atresplayer titulada ‘Cristo y Rey’, y próximamente estrenarán, en abierto, la docuserie ‘Una vida Bárbara, retrato de una superviviente’. O sea que en A-3 están atentos. Aprovechan lo que el ahora desballestado imperio de la competencia veta. Al margen del guion de la entrevista, en parámetros promocionales, al final se abordó el asunto de su veto en Mediaset. Fue ella misma quien deslizó el tema, como quien se arranca la espina de una rosa que tenía clavada. Dijo: "Ahora allí ni me nombran. Es curioso, después del programa que hice con Risto, con una audiencia como nunca había tenido, pues resulta que ya no tengo cabida. O sea, sigue la estela de los vetos". Y al preguntarle Motos si eso era la maquinación de una ‘mano negra’, Bárbara contestó: "Los vetos provienen... ¡solo tienes que pensar un poco! La mano negra… muchos sabemos quiénes eran las amistades peligrosas. Algunos siguen aquí, otros se fueron, pero hay descendencia".

¡Ah! Qué interesante arpegio: ¡la descendencia de la mano negra! No ha pronunciado Bárbara ningún nombre concreto. Sabe que el arte de la insinuación es sugerir, pero que se entienda todo sin necesidad de nombrar a nadie. Y tiene razón cuando se queja de su ‘apartheid’. Ella que tanta audiencia –léase negocio– ha proporcionado al imperio español berlusconiano, ¡y así se lo pagan! 

Hombre, debe de haber gran inquietud en las estrellitas de Telecinco y de Cuatro. No solo por la prohibición de tantos que hasta hace dos días servían para alimentar sus barbacoas. Sobre todo también porque ni el actual presidente Borja Prado –hijo de Manuel Prado y Colón de Carvajal que fue administrador de negocios del rey Juan Carlos– ni su ‘consigliere’ Alessandro Salem recién llegado de Italia, todavía no han explicado que tipo de ‘nueva telecinqüe’ tienen en la cabeza y quieren instaurar.

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