No habíamos hablado de la serie que ha estrenado TVE-1, ‘Los pacientes del doctor García’, adaptación televisiva de la novela homónima de Almudena Grandes. La acción transcurre al comienzo de la Guerra Civil. En Burgos, los franquistas ya campan por sus respetos. En Madrid resisten todavía los republicanos.
En Londres el embajador Pablo Azcárate se desespera viendo la tibieza de las democracias ante el golpe de Estado de Franco, y exclama apesadumbrado: "Por temor al comunismo las democracias abandonan la República a su suerte, y entre tanto los nazis y los fascistas hacen de España su campo de maniobras". Es un buen resumen de lo que pasó y una buena explicación de por qué acabaron ganando la guerra los que se alzaron en armas. En el centro de esta serie, dos protagonistas, a través de los cuales los espectadores vemos lo que pasa: el doctor Guillermo (Javier Rey), republicano, y su vecina, la franquista Amparo (Verónica Echegui). Y surge entre ellos una pasión irrefrenable y no paran de cabalgar, hermosamente machihembrados. Quisiera resaltar un momento a mi juicio muy interesante, cuando Guillermo le dice a Amparo que la va a llevar al hospital a sacarle sangre porque llegan continuamente soldados republicanos, heridos muy graves, que necesitan una transfusión de inmediato. Ella, pizpireta y sensual, exclama: "¡Ay! Guillermo, prefiero que me saques la sangre a mordiscos, ¡como drácula!", pero acepta finalmente tumbarse en una camilla y que le saquen medio litro de su sangre. Es una escena paradójicamente extraordinaria: sangre ‘facha’ para salvar soldados republicanos. Una vez dijo Mariló Montero, cuando presentaba ‘Las mañanas de La 1’, que en todo trasplante de órganos es muy posible que también se trasplante parte del alma del donante. Fue en octubre de 2012. Se armó un revuelo colosal.
Considerando una transfusión como una variante de trasplante, y siguiendo la hipótesis de Mariló, podríamos llegar a conclusiones inquietantes. Los pacientes republicanos del doctor Guillermo, ¿se transformarán en franquistas al recibir la sangre de Amparo? Planteemos otro escenario, más actual: si Oriol Junqueras tuviera un accidente –Dios no lo quiera–, necesitase una transfusión, y fuese Laura Borràs la donante, ¿ERC quedaría diluida en Junts, en una sola identidad? ¡Ahh! Es tremendo especular. Pero la serie es muy recomendable.
