El caballo que monta el personaje de David Janer en la serie ´Águila Roja´ "está vivo y coleando". Así lo aseguran fuentes de la productora de la ficción, que desmienten así la información que este martes apuntaba a que el equino había fallecido por desnutrición.

Según publica en exclusiva el portal Vertele, que citan a fuentes de la productora Globomedia, el caballo Cervatino, que apareció muerto esta semana en un finca de Cáceres, no ha trabajado en la ficción.

Desde la productora explican al citado portal, que en la serie se usan dos caballos, Almirante y Talibán, y que ambos están en perfecto estado de salud.

La noticia sorprendió a todos este martes. La Guardia Civil imputó por un delito de maltrato animal al propietario de quince caballos que fueron localizados en "condiciones de desnutrición extrema" en una finca del término municipal de Jarilla (Cáceres). En un principio se apuntó a que uno de los cadáveres encontrados era el de el caballo que había participado en series televisivas como 'Águila Roja' y 'Tierra de Lobos'.

Fue una denuncia interpuesta por un particular ante la Guardia Civil, en la que se informaba de la existencia en esta finca de unos quince caballos en "deficiente estado de carnes y deshidratación, por falta de alimentos y agua".

Con esta información, el pasado 19 de septiembre, integrantes de la Patrulla del Seprona de Plasencia, acompañados por un veterinario adscrito al Servicio de Sanidad Animal del Gobierno de Extremadura, realizaron una inspección ocular en esta explotación, en la que "hallaron el cadáver en estado de descomposición de un caballo, sin que se pudiera precisar la etiología de su muerte", explica la Guardia Civil en nota de prensa.

Además, los agentes localizaron dos sementales encerrados en las cuadras y el resto de animales deambulando por la finca, que cuenta con una superficie de unas 10 hectáreas. En total se encontraron doce animales de la especie equina, incluyendo una hembra de la especie asnal.

Como resultado de esta inspección, el veterinario oficial levantó acta dejando constancia de los hechos, e instando al propietario a personarse en la Oficina Veterinaria de la Zona al objeto de "subsanar las deficiencias observadas", advirtiéndole asimismo, que se harían posteriores controles para verificar el estado de salud de los animales.

Al margen de la actuación veterinaria, el Seprona de la Guardia Civil, procedió a la tramitación de diversas denuncias administrativas, tales como no presentar libro de explotación, encontrarse varios animales ubicados fuera de su explotación de origen, no presentar tarjetas de movimiento de los animales, no comunicar ni haber eliminado de forma controlada el cadáver del caballo hallado, y carecer, dos de los animales, de identificación electrónica.