Otro clásico de la televisión que regresa en forma de reboot. En esta oleada sin fin de retornos de sagas televisivas no podían faltar los Carrington y los Colby en el reinicio de uno de los culebrones más emblemáticos de la década de los 80: 'Dinastía'. Los nuevos episodios quizá no son aptos para los más nostálgicos, ya que la serie ha sufrido todo un lavado de cara para adaptarlo a las generaciones actuales. Los más puristas quizás lo considerarán una traición a los personajes a los que se engancharon en su día, pero lo cierto es que en la nueva Dinastía están pasando las mismas cosas que en la primera temporada de la serie clásica que debutó en 1981. Adaptándolas a los nuevos tiempos, eso sí, y a un ritmo mucho más frenético al que nos tenían acostumbrados. Cada semana Netflix ofrece a sus abonados en España un nuevo episodio de la primera temporada que tendrá un total de 22 episodios y ha sido renovada para una segunda en Estados Unidos por The CW. Consciente de sus limitaciones y de que es muy difícil alcanzar las cuotas de popularidad de la serie original, la nueva 'Dinastía' no se toma muy en serio lo que cuenta, se ríe de sus propias mamarrachadas y prepara el terreno para la llegada de un personaje que hizo historia en la televisión: Alexis Colby.

No hay que olvidar que la Dinastía clásica no empezó realmente hasta la llegada de Alexis, justo en el final de la primera temporada. Las peleas entre Fallon y Krystel no eran nada para lo que vino después. Los personajes de la nueva versión carecen del carisma de su precedente, pero la serie está jugando la baza de preparar el momento de la irrupción de Alexis. El personaje que inmortalizara Joan Collins pretendía ser la respuesta de la cadena ABC al villano del otro culebrón del momento, J. R. Ewing de 'Dallas' e interpretado por Larry Hagman. El misterio de la nueva Alexis se desveló la semana pasada tras fichar a Nicollette Sheridan (actriz procedente de 'Mujeres Desesperadas') para interpretar el papel. No sabemos en qué momento de la temporada hará su entrada estelar. ¿Será el gran cliffhanger de la temporada en mitad de un juicio a Blake o llegará más pronto de lo que esperábamos? ¿Ayudará a rescatar al título de su irrelevancia y llevarlo a sus días de gloria? En la nueva 'Dinastía 'todo es tan alocado y frenético que hasta los títulos de crédito se los despachan en 16 segundos.

Los nuevos Blake (Grant Show) y Cristal (Nathalie Kelley) son mucho más jóvenes que sus modelos originales. Muy alejados de la pareja que formaban John Forsythe y Linda Evans en la serie clásica. Para dar aires de diversidad, Cristal es ahora latina y de origen venezolano (¿será un homenaje al culebrón de aquel país que arrasó en la televisión española durante los noventa?). La historia arranca cuando el multimillonario da a conocer a sus hijos que va a casarse con su secretaria.

Fallon Carrington (Elisabeth Gillies) sigue siendo la hija díscola del clan, que desde el primer momento declara la guerra a su nueva madrastra y la recibe con las uñas abiertas. También aquí se acuesta con el chófer. Pero la raza de sus amantes también ha cambiado. El empleado que satisface a su señora en sus momentos íntimos es negro (Robert Cristopher Riley) y otro tanto ocurre con el que será el prometido de Fallon, Jeff Colby (Sam Adegoke), que ya no es el clásico galán de abundante flequillo y barbilla cuadrada, sino que también es de color y parece más un rapero que un magnate del petroleo. Por su parte, el otro hijo de la familia es Steven Carrington (James MacKay) también es el hijo homosexual de Blake Carrington. Este hecho pudo dar juego para hablar del conflicto generacional en los ochenta y revolucionar la televisión sacando a uno de sus personajes del armario, pero poco más dan de sí en la época actual porque personajes gay hay ya en buena parte de las series que se emiten. Por eso, los enfrentamientos con su padre vienen ahora más por sus ideas ecologistas que por sus tendencias sexuales. Aunque en los ochenta, Steven fue emparejado durante la segunda temporada de la serie con la rubia Sammy Jo (Heather Lockear), este personaje se ha convertido por obra de la diversidad racial en otro galán homosexual latino, también sobrino de Cristal en la ficción y un poco buscavidas, interpretado por Rafael de la Fuente. Como curiosidad, los personajes de los dos hijos de Blake cambiaron de intérprete a mitad de la serie. En diferentes momentos cada uno desapareció en misteriosas circunstancias y después regresaron con una nueva cara. Algo que en las series se ha venido a llamar el síndrome de Darrin. Luego a Alexis y a Blake les saldrían otros dos hijos ocultos del pasado, pero eso es otra historia.

Otro personaje destacado del reparto es el del mayordomo, Joseph Anders, que también estaba en la serie clásica, pero al que Alan Dale sabe dotar de más carisma interpretando a ese sirviente fiel con pasado militar y que se convierte en un eficaz protector. Por recuperar se recupera hasta al personaje de Claudia Blaisdel, la novia con problemas mentales de la anterior pareja de Cristal.

Los responsables de este reboot son Josh Schwarz y Stephanie Savage (The O. C., The Gossip Girl), así como Sallie Patrick (Revenge). La gran duda de esta nueva versión es si alcanzará las nueve temporadas de su antecesora. Todo parece ir tan rápido que las tramas se van quemando a velocidad de vértigo. Por el momento, los mejores personajes son el de Blake y su mayordomo Anders. Falta por comprobar si Alexis estará también a su altura. Todos los actores son tan jovencitos que dudo que la serie pase a convertirse en otro cementerio de elefantes como sus antecesoras, donde una semana te podías encontrar como invitados a estrellas de calibre de Rock Hudson, Rod Taylor, Barbara Stanwyck y al mismísimo Chartlon Heston, por poner algunos ejemplos.

¿Recuperamos algunos de los momentos más recordados de la Dinastía original? Las peleas a arañazo limpio entre Krystel y Alexis, esa boda en el imaginario país de Moldavia que acababa bruscamente interrumpida por un ataque terrorista en un cliffhanger de infarto. Fue 'Dallas' la serie que inauguró la moda de dejar a sus espectadores con el corazón en un puño al final de cada temporada. El enigma de quién disparó a J. R. Ewing que cerró la tercera temporada marcó un antes y un después en la historia de la televisión. Dinastía también se sumó a la moda del cliffhanger. Más tarde llegaría Falcon Crest y Angela Channing (Jane Wyman) cerrando este triángulo de los reyes del culebrón de los 80 y que incorporaría un terremoto en una de sus despedidas más trepidantes. El lujo se alternaba con las tramas más disparatadas y adictivas. Los tres grandes culebrones competían por ver cuál ofrecía su desenlace más sorprendente. En 'Dallas', se les ocurrió traer de vuelta a Bobby Ewing (muerto un año antes) diciendo que toda la temporada había sido un sueño. Pero el más loco de todos, fue el final de Los Colby (el spin off de Dinastía) en el que Fallon Carrington acababa abducida por una nave extraterrestre en mitad de una carretera. Curiosamente el mismo año en que se produjo la misteriosa resurrección de Bobby Ewing. ¿Casualidad?

¿Se adentrará la nueva 'Dinastía' en esos momentos tan locos de sus predecesoras? 'Dallas' también regresó en el año 2012 en una nueva serie en el que los actores de la serie clásica iban a preparar el relevo a una nueva generación de personajes. El regreso fue cancelado en su tercera temporada, un año después de la muerte de Larry Hagman, el odiado JR. No se espera ver a Joan Collins por la nueva 'Dinastía', aunque los productores no cierran del todo las puertas a la posibilidad de que disfrutemos de algún que otro cameo.