Zack Snyder regresa con Ejército de los muertos al género con el que inauguró su carrera en 2004. Tras completar su montaje de Liga de la Justicia para HBO, es su primera colaboración con Netflix.

Han pasado 17 años desde que Zack Snyder debutara con Amanecer de los muertos, remake de la mítica Zombie de George A. Romero. En ella descubrimos a un director ambicioso, visualmente portentoso, repleto de ideas y sin miedo a nada. En ese momento no sabíamos de lo que era capaz de hacer, pero pronto se encargó de dejar las cosas claras gracias a 300. Después llegarían Watchmen y su incursión en el universo DC con El hombre de acero y su nombre terminaría convirtiéndose en una especie de sello, para algunos de calidad, para otros, sin embargo, de pretenciosidad.

Ahora Snyder regresa a sus orígenes, a los zombies. Y para él es como cerrar un círculo. Por eso, Ejército de los muertos tiene algo de catártico, como si el director hubiera querido recuperar la ilusión de los inicios a través del disfrute y el juego, del descaro juvenil que ha podido perder por el camino.

«Los mejores filmes de zombies, nos enseñan sobre nosotros, que somos el peor monstruo»

Lo necesitaba. Han sido años duros para el cineasta. Su hija Autumn, de 20 años, se quitó la vida mientras rodaba Liga de la Justicia. Abandonó el proyecto, que dejó en manos de Joss Whedon y se sumergió en un largo periodo de duelo. Fueron los fans los que lograron sacarlo del pozo a través de la petición en redes sociales de restaurar el SnyderVerse, o lo que es lo mismo, de recuperar la visión original del director y completar su ciclo épico de superhéroes en tres movimientos. El resultado fue La liga de la Justicia de Zack Snyder, un monumental montaje de más de cuatro horas que se estrenó el pasado marzo en HBO y que terminó por evidenciar las diferencias creativas entre el director y el estudio Warner Bros a la hora de seguir expandiendo el universo DC.

Por eso, Ejército de los muertos supone un reset en toda regla, no solo porque es su primera película para Netflix (el filme acaba d erersar a a los cines y desde el 21 de mayo está en la plataforma), que le ha dado libertad total, sino porque en ella Snyder rescata su espíritu juguetón y canalla, su amor por el espectáculo y el divertimento puro y duro, sin coartadas intelectuales, sin esa intensidad que le había acompañado en los últimos tiempos, sin grandilocuencia. «Quería hacer una película de serie B a lo grande», cuenta Snyder en una mesa redonda virtual a través de Zoom. «Una película que no diera respiro, que fuera muy física y en la que pasaran cosas todo el tiempo. Y, sobre todo, que tuviera mucho humor».

El equipo protagonista de la película Beatriz Martínez

En efecto, Ejército de los muertos nos ofrece la cara más cómica de Snyder y el resultado es una salvajada que supura cachondeo. La premisa de la que parte ya resulta de por sí delirante: Un zombie-alfa infecta a toda la ciudad de Las Vegas y el ejército la sitia para que nadie pueda escapar. A su alrededor se forman campamentos de refugiados a los que consideran apestados y, mientras, un magnate japonés ofrece la oportunidad a un grupo de mercenarios, capitaneados por el forzudo Dave Bautista, de hacerse con un botín escondido en la cámara acorazada de uno de los hoteles.

Metáfora de nuestro mundo

«Toda película de zombis incluye una metáfora del mundo en el que vivimos», continúa Snyder. «Es lo que más me gustaba de George A. Romero, cómo logró revolucionar el género de terror creando una nueva mitología a través de la que introducir un comentario social. Pero hay algo más. Las mejores películas sobre muertos vivientes son las que nos enseñan algo sobre nosotros, porque el verdadero monstruo somos nosotros».

«He querido hacer una serie B a lo grande, que no diera respiro», afirma el director

En Ejército de los muertos, Snyder habla del capitalismo, del consumismo, de cómo creamos barreras para separarnos entre nosotros, de la ambición y el individualismo, de la necesidad de la empatía y la solidaridad en un mundo deshumanizado. Sin embargo, para Snyder todo esto es secundario, porque realmente lo que quería contar era la historia de una hija que se siente decepcionada con su padre y los esfuerzos que este hará para recuperar su confianza.

Zack Snyder, durante el rodaje de la película. Beatriz Martínez

«El género te da la libertad para moverte en muchos niveles. He podido crear este mundo, por ejemplo, que es algo para un director apasionante. Y después está saber cómo manejar todos los mecanismos y los resortes. Por una parte, disfrutas con los trucos, tienes la capacidad de inventar, pero detrás de todas esas capas, me gusta pensar que Ejército de los muertos es la historia del amor de un padre a su hija, y que eso lo trasciende todo».

«Realmente lo que quería contar es una historia de amor entre un padre y una hija»

Si todavía quedaban dudas sobre el compromiso del director con la película, de sus ganas de mancharse de barro, es la primera vez que Snyder ejerce como director de fotografía. «Quería que, en esta ocasión, toda la responsabilidad fuera mía. Si salía mal la jugada no se podría culpar a nadie más, porque yo quería utilizar unas lentes Canon y la decisión era arriesgada –cuenta–. Tienes que ser el primero en llegar y el último en irte, y hacerlo todo desde cero. Ha sido todo un reto, muy duro, pero también muy satisfactorio, porque me encanta manejar la cámara, estar cerca de los actores».

Un reparto ecléctico

Para Ejército de los muertos ha reclutado un equipo ecléctico. Además de Dave Bautista, está Ella Purnell (en el papel de su hija), a una aguerrida Ana de la Reguera, a Matthias Schweighöfer (experto en cajas fuertes) y que forma dúo cómico con Omari Hardwick, a la mercenaria francesa Nora Arnezeder, a un bravucón Garret Dillahunt y a toda una horda de zombies que incluye algunos con unas capacidades especiales que iremos descubriendo. Además, como guinda del pastel, hay un tigre zombi que se llama Valentina. Poco más se puede pedir.

Cuatro clásicos del cine de muertos vivientes

La noche de los muertes vivientes (1968) Beatriz Martínez

 ‘La noche de los muertos vivientes’ (1968)

  • Obra fundacional de todo el género, una película de ínfimo presupuesto, rodada de manera independiente que cambiaría para siempre las reglas del terror contemporáneo sentando sus bases constitutivas. Supuso el descubrimiento y la consagración inmediata de George A. Romero y creó toda una corriente de culto.

‘No profanar el sueño de los muertos’ (1974) Beatriz Martínez

‘No profanar el sueño de los muertos’ (1974) 

  • Fue la respuesta española al filme de Romero, pero Jordi Grau no se limitó a imitar ‘La noche de los muertos vivientes’, sino que aportó imaginación, personalidad y una modernidad que no solo se constreñía a mostrar a todo color el rojo de la sangre y de las tripas, sino que también albergaba un carácter experimental revelador. 

‘28 días después’ (2002) Beatriz Martínez

 ‘28 días después’ (2002)

  • Con guion de Alex Garland, Danny Boyle revitalizó el género de los muertos vivientes aportando algunas novedades, como la introducción de los zombis ultraveloces, que en realidad habían sido infectados por un virus. La imagen de Cillian Murphy vagando por un Londres vacío se convertiría en icónica. Cinco años después contó con una secuela, ‘28 semanas después’.