Belén Rueda y Aida Folch siguen viviendo una intensa vida de hospital en la tercera temporada de 'Madres. Amor y vida', ya disponible en Amazon Prime Video. Serán los últimos episodios de la serie en los que aparezca la protagonista de 'El orfanato', y sin duda los recordará con especial cariño: en un capítulo coincide en pantalla con su hija, Belén Écija, que se sumará al reparto principal en la cuarta entrega en el papel de una nueva doctora de Los Arcos.

La doctora Olivia Zabala, el personaje de Aida, siempre ha estado enfadado con el mundo. Y ahora, que está completamente estresada por su reciente maternidad y la conciliación laboral y familiar, es cuando más sonríe. 

-Aida Folch: Sí, en la segunda temporada ya vimos que las hormonas del embarazo le hacían ser más humana. Y ahora que es madre la vemos más emocional y entregada.

A Marian, el personaje de Belén, la vemos también en otra tesitura: ha pasado de ser la madre que agobiaba a la doctora Zabala a ayudar como voluntaria en el hospital, y ahora le recriminan su comportamiento otros padres.

Belén Rueda: La evolución de Marian en estas dos temporadas ha sido descubrirse a sí misma. Ahora que su hija se ha ido a vivir fuera y que su madre ya no está, porque se la llevó el covid, tiene un momento de bajón. Pero es una mujer luchadora y dice: creo que toda la experiencia que he tenido en la vida puedo volcarla en un voluntariado. Lo que pasa es que tiene un carácter excesivo y se involucra mucho y al final se mete en una familia que tiene sus propios problemas.

A Marian siempre le han recriminado que era demasiado perfecta.

Belén Rueda: Es curioso, porque te ponen un cartel y parece que lo tienes que mantener toda la vida, y no es así. Ella busca la perfección por un camino que no es el adecuado para la gente a la que quiere y que genera más problemas que soluciones. Yo, como Belén, estoy en contra de las etiquetas y de la perfección. Porque ser perfecta es lo que la sociedad te dice que tienes que ser, pero tienes que buscar dentro de ti para saber lo que te hace feliz. Solo así harás felices a los demás.

En esta serie está muy presente la maternidad y los sacrificios que se hacen por ella. ¿Creen que está idealizada? 

Aida Folch: Yo estoy en la edad en la que todas mis amigas hablamos de ello. Puede que lo esté... La verdad es que ha habido un cambio de paradigma total sobre la maternidad. Por ejemplo, ahora está muy de moda el parto natural y en casa. En el caso de la serie contamos lo que es la violencia obstétrica. Es una trama muy delicada que creo que hemos tratado con respeto, planteando el dilema moral a través de Olivia, de si debe ayudar a su amiga o al hospital en el que trabaja. Esa trama nos va a hacer pensar en cómo ejecutamos los partos en nuestros hospitales.

Belén Rueda: Yo creo que si la maternidad no estuviera idealizada, no tendríamos hijos. Pero idealizar algo no significa que vivas en los mundos de Yupi. Hay una época en tu vida en la que es lógico que idealices las cosas y luego llegas a la realidad. Y tiene que haber un momento de acople de la una con la otra. Yo soy madre y he tenido momentos maravillosos y otros muy duros. Eso es la vida. Pero si lo dices por si es necesario ser madre para ser una mujer completa, mi respuesta es no.

La serie ha ido perdiendo a varias de sus protagonistas. ¿Podría sobrevivir sin Marian ni Olivia?

Belén Rueda: Lo ideal de esta serie es que hay familias que entran, otras que salen, otras que se quedan... De hecho, yo en la cuarta temporada no estaré. En esta, por ejemplo, se introduce algo muy interesante que son los padres de acogida.

Esa trama de los padres de acogida aborda el tema de la salud mental de los adolescentes, algo que también trataron con la anorexia del personaje de Elsa o los problemas de Andy. ¿Faltan series que reflejen esta problemática?

Belén Rueda: Ahora estamos teniendo un 'boom' de series que se centran mucho en las locuras que pueden llegar a hacer los jóvenes y parece que se están normalizando cosas que creo que no se deberían normalizar. Pero la enfermedad mental yo creo que está tratada con mucha delicadeza, porque en 'Madres' tenemos muchos tipos de adolescentes que vienen de situaciones familiares, sociales y económicas muy diferentes que, sin embargo, se juntan.

¿A qué se refiere cuando dice que hay series que normalizan cosas que no se deberían normalizar?

Belén Rueda: Lo bueno de 'Madres' es que siempre están sobrevolando sobre los adolescentes cosas que en teoría serían de adultos o de nuestros abuelos, como la vida y la muerte. Con lo cual se va un poco más a las cosas esenciales: el amor, la compañía, el compañerismo... En cambio, en otras series se frivoliza más sobre que los jóvenes tienen que hacer lo que les dé la gana. Y sí, uno tiene que hacer lo que piensa, pero vive en una sociedad.

¿Creen que Mediaset, que también emite 'Madres', la ha tratado bien? Porque la ha relegado al late y ha interrumpido la emisión.

Aida Folch: Mediaset España nos ha dado la oportunidad de hacer esta serie. Es suya, estamos en los Estudios Picasso rodando... Ellos saben cómo tienen que programarla y lo que tienen que hacer. Eso se escapa totalmente de nuestro trabajo.

Belén Rueda: No hay una fórmula para decir: aquí va bien y aquí no. Pero vamos, ha sido Mediaset la que ha apostado por la serie. Aunque es cierto que a lo mejor necesita que, en un momento dado, elijas tú el momento para verla, porque es una serie de personajes en la que se habla de emociones y el público tiene que empatizar con ellas.