Cuando, basándose en sus experiencias como profesor, Nando López escribió en 2011 la novela 'La edad de la ira' no se podría imaginar --pense a que él mismo la adaptó al teatro-- que acabaría adoptando forma de serie. Una manera más de dar a conocer esa causa a la que, retirado desde hace ocho años de la docencia, sigue entregado con sus libros juveniles (también escribe para adultos) y los talleres que imparte en institutos para adolescentes. A pocos días del estreno en Atresplayer Premium de la ficción, que busca fomentar valores contrarios al machismo y la homofobia, ha tenido que ver cómo había quien la apuntaba como inspiración del triste crimen de Elche. Cuando este libro, recuerda, precisamente denuncia los peligros de la violencia. El 23 de febrero, día de la 'premiére' de la serie, se publica nueva edición. La 15ª.

¿Nervios ante el inminente estreno de la serie?

Nervios e ilusión. Y muchas ganas de compartir esa historia.

Su implicación ha sido grande.

Sí. He podido supervisar y asesorar. El guion es de Juanma Ruiz de Córdoba y Lucía Carballán, pero he tenido la suerte de que contaran con mi mirada. Además, han respetado la estructura de mosaico de la novela. Es una serie que exige que el público sea quien haga ese puzle e interprete de una manera muy libre la historia. Quería que no se subestime al público juvenil, sino que lo interpele y le invite a tomar partido. Que se vea reflejado, que hablen, que debatan y dialoguen. Me gustaría quela serie ayude a romper muchos silencios. Pero no solo en el mundo joven. Ojalá la vean también muchos adultos, porque conocerán mejor el mundo adolescente.

Su estructura es más parecida a la de la obra de teatro, ¿cierto?

El corazón de la serie es el mismo en los tres, pero mantiene la estructura polifónica de la novela, es decir, diferentes puntos de vista contando la misma historia.Y mientras que la novela está contada desde el mundo adulto, desde los profesores, y la obra de teatro solo desde los adolescentes, la serie lo hace desde los adolescentes, pero recupera algunos de los adultos fundamentales de la novela. La serie ha hecho una maravillosa síntesis de la novela y de la obra de teatro.

La novela es resultado de sus experiencias como profesor.

Lo escribí cuando aún lo era, porque hace ocho años que solo escribo, como un intento de llamar la atención sobre lo importante que era escuchar a la adolescencia. Qería denunciar cómo aún hay muchas violencias, como la machista o la homófoba, que afectan a muchos adolescentes. Está basadas en muchas experiencias que me tocó vivir a mí, o a mis compañeros, en las aulas. Tiene mucha verdad: El personaje de Eloy Azorín, Álvaro, es un homenaje a todos esos profesores que educan en valores.

El libro está escrito en el 2011. ¿Ha cambiado mucho la adolescencia?

Por un lado hay problemas universales y atemporales, como la búsqueda de la identidad, que eso no va a cambiar nunca. Lo que sí es triste y he comprobado, porque hago muchos encuentros con jóvenes y visito más de 150 institutos cada año, es que los problemas que se denuncian en la novela se han agravado. De esa violencia machista y homófoba no solo tenemos unas cifras espeluznantes, sino que encima se ven legitimadas por ciertos discursos. Con lo que hay cosas en las que hemos retrocedido. En la serie queremos subrayar la fuerza de la propia adolescencia, de esta generación, de sus valores, del concepto de la amistad y su nueva forma de presentarse ante el mundo, de relacionarse. Para evolucionar más debemos darles más voz.

Desde el 2011 esos problemas que se denuncian en la novela, la violencia machista y la homofobia, se han agravado"

Son jóvenes valientes que rompen tabús con una relación a tres, mostrando que hay otras maneras de amar.

Intentan hacerlo en una sociedad que, sin embargo, está llena de prejucios, de etiquetas, que ellos intentan rompe pero no se lo ponemos fácil. Esa relación a tres es una manera de hablar de cómo se están enfrentando a lo convencional y cómo se buscan desde algo que para mí es fundamental como es la amistad. Porque es una relación a tres que hay también deseo, amor, pero, como ellos mismos dicen, lo que tienen no se puede definir, porque es una amistad profunda, vehemente, de la adolescencia... que es cuando tiene un significado más superlativo.

Se muestra encantado con los actores que dan vida a sus personajes.

Sí.. Porque no solo hacen una interpretación muy precisa, también tienen un enorme compromiso. Porque son conscientes de que pueden ser referentes para muchos jóvenes. Para mí combinan muy bien el talento artístico y la responsabilidad que tiene el arte frente a la sociedad.

"Marcos representa a chicos que viven en entornos de violencia, cuya existencia determinados partidos y medios niegan"

El desgraciado parricidio de Elche relacionaba el hecho con la lectura de su novela. "Ni un libro ni un videojuego convierte a su hijo en un asesino", publicábamos en este diario.

Lo único que puede conseguir la literatura es abrir mentes y favorecer el diálogo. 'La edad de la ira' viene publicándose ininterrumpidamente 10 años y en este tiempo son incontables el número los mensajes que me llegan de adolescentes, de familias y de docentes en los que me cuentan que su lectura les ha ayudado a hablar,-a ser visibles, a relacionarse... Ademas, 'La edad de la ira' nació como una historia para denunciar los peligros de la violencia, de la opresión y todo lo demás no deja de ser un acto sensacionalista. A lo mejor deberíamos hacer una honda reflexión del papel que debe tener el periodismo. Sobre todo cuando se habla de temas tan sensibles como la adolescencia, la convivencia y cualquier acto de violencia, ya que debemos buscar las raíces profundas. Lo único que ha provocado en estos años 'La edad de la ira' es mucho diálogo. Porque es un canto a la diversidad, la libertad, la empatía y la comprensión. Los libros nos ayudan a crecer. Ese es el único efecto que tienen. Hacernos más libres.

Hacen más daño la ignorancia y el negacionismo de la violencia machista...

Sin duda. En mi literatura siempre intento dar voz a quienes no la tienen. En el caso de 'La edad de la ira' quería dar voz a todos esos Marcos, ya que representa a chicos y chicas que viven en entornos de violencia, que, por desgracia, hay determinados partidos y determinados medios cuya existencia niegan. Ese negacionismo impide no solo que podamos ayudarles, sino que no tomemos las medidas necesarias. negacionismo que se produce también en temas como la salud mental, algo que también aparece en la serie y en la novela, que afecta mucho en la adolescencia, y que tampoco se está tomando lo suficiente en serio. Tenemos un índice de ansiedad, depresión, autolesión, intentos de suicidio en el mundo adolescente amplísimo y no se aborda. Yo lo hago en mis libros: en 'La edad de la ira', en 'Malditos 16'..., porque hay que romper ese tabú, ese estigma. La única manera de solucionar los problemas es poniéndoles palabras. La literatura tiene mucho poder de visibillizar y abordar estos asuntos tan graves y ante los que debemos actuar..Tiene una gran capacidad movilizadora.

Ese compromiso del que hablaba le ha llevado, con los actores y el director, a celebrar un taller en el instituto Ramiro de Maeztu, donde se rodó la serie.

Sí. Vieron con nosotros el primer episodio y les regalamos el libro. Una chica, en el momento de las firmas, me dijo: "¿Puedes dejar un audio a mi padre para que vea la serie conmigo?". Salimos de allí pensando: solo por esto vale la pena. A ver si ese padre la ve. Ojalá la vean muchas familias.