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Guía de visionados

50 años de HBO: repasamos sus 10 series más históricas

Recordamos algunas de las mejores propuestas de una marca sinónimo de narrativa serializada adulta y con aspiraciones novelísticas

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Este martes, día 8, se cumple medio siglo del estreno de HBO, la cadena de pago más longeva de la televisión estadounidense, el primer servicio televisivo transmitido y distribuido por cable y, desde finales de los noventa, intocable pilar de una nueva (más adulta, ambiciosa) forma de entender la ficción serializada. Celebramos su 50º aniversario recordando una decena de sus series más históricas, todas ellas disponibles en HBO Max, la plataforma de 'streaming' de su compañía matriz, Warner Bros. Discovery. 

'Los Soprano' (1999-2007)

David Chase no inventó con ella la televisión para mayores, ni fue el primer 'showrunner' en apostar por los arcos argumentales extensos. Pero con el estreno de 'Los Soprano', el 10 de enero de 1999, algo cambió realmente: se propulsaba la idea de la teleserie como novela, como algo más que entretenimiento funcional después de una cena copiosa. Entre otros triunfos, Chase logró reinventar los símbolos del cine de gánsteres insertándolos en un poco habitual ambiente suburbano. Y nos entregó al antihéroe seminal por excelencia de la tele contemporánea: Tony Soprano, encarnado por James Gandolfini con cruda vulnerabilidad.

'The wire' (2002-2008)

Otro gran David asociado a HBO, David Simon, usó su experiencia como reportero policial para crear un 'thriller' de narcotráfico inusitadamente verista y empático por igual con agentes de la ley y delincuentes. Cada temporada aborda una grieta de Baltimore: la plaga de las drogas, la desintegración de los sindicatos en el puerto, el sistema escolar, un ayuntamiento en tela de juicio y la crisis de los periódicos. La historia (la tragedia) continúa, en cierto modo, en la reciente 'La ciudad es nuestra'.

'Larry David' (2000-)

Lo que iba a ser en principio un especial de una hora acabó en telecomedia longeva: este verano se confirmó la ¡duodécima! temporada. Toda la lógica. Larry David, cocreador de 'Seinfeld', se inventó un personaje infinito con esa gran versión semificcional de sí mismo, un guionista y productor televisivo incapaz de jubilarse del todo, neurótico, misántropo, desesperado por las muestras diarias de incivismo. Un hombre que puede cargarse su matrimonio por un quítame allá una mancha de vaso en una mesa: "¿Tú respetas la madera?".

'A dos metros bajo tierra' (2001-2005)

Otra jugada arriesgada pero maestra de HBO. A nadie le gusta hablar de la muerte, pero con su todavía mejor serie, Alan Ball no hablaba de otra cosa. Esto era un drama laboral de toda la vida, solo que situado en un lugar de moderado bullicio: una funeraria. Los disfuncionales Fisher trataban de mantenerla con vida tras la muerte del patriarca y, a la vez, tener unas vidas personales interesantes antes de sus propios finales, que ('spoiler') llegábamos a presenciar en un desenlace antológico.

'Deadwood' (2004-2006)

En este oscuro y poético wéstern, el gran guionista David Milch, maestro de un lenguaje tan florido como obsceno, elucubraba con genio sobre el tránsito de Deadwood (Dakota del Sur) de asentamiento ilegal a ciudad legítima. Como Chase en 'Los Soprano', supo mezclar de maravilla la trama general de cada temporada con grandes episodios autoconclusivos. Y como Siegel en el cine, llevó la violencia a otro nivel de impacto en televisión. Su prematura cancelación fue compensada en 2019 con 'Deadwood: La película'. 

'Sexo en Nueva York' (1998-2004)

Casi un cuarto de siglo después de su estreno, todavía se piensa en ella como una serie simplemente frívola y sin sustancia, solo porque a sus heroínas les gustan los zapatos caros. Solo hace falta ver con un mínimo de atención para descubrir una comedia dramática tan verdadera como hilarante en su exploración de los roles de género y las relaciones amoroso-sexuales. Aunque creada por Darren Star, fue Michael Patrick King quien depuró la propuesta y la convirtió en poderosa y pionera 'dramedia' de media hora.

'Succession' (2018-)

Con permiso de 'La casa del dragón', el buque insignia actual de HBO es la tragedia cómica y comedia trágica de los Roy, dinastía de medios enfrascada en un proceso de sucesión con partes circulares y también abruptas explosiones inesperadas. Quieres odiar a los hijos de Logan (Brian Cox), pero no puedes hacerlo del todo porque, al fin y al cabo, son víctimas de un patriarca atroz que sabe reducirlos a bebés balbuceantes. Sonrisas de embarazo se encadenan con ojos llorosos, tanto dentro de la pantalla como en el sofá.

'Girls' (2012-2017)

Casi todos los que vieron 'Tiny furniture' quedaron sorprendidos por la capacidad de su directora para hacer comedia con el vacío cotidiano. Pero casi nadie podía prever algo tan brillante como 'Girls', la serie creada por Lena Dunham para HBO bajo el mecenazgo de Judd Apatow. Un manual imperfecto para buscarse la vida tras la universidad y tratar de entenderse a uno mismo y los demás en los confusos dosmildieces; una alquimia misteriosa del humor con el dolor, o una historia emotiva sobre el final de la amistad, entre otras mil cosas.

'Olive Kitteridge' (2014)

Artículo aparte merecerían las miniseries (o los telefilmes) de la cadena. Puestos a defender al menos una, nos quedaremos con una no demasiada conocida: la modélica adaptación de Lisa Cholodenko de la 'novela en historias' que valió el Pulitzer a Elizabeth Strout en 2009. Su (anti)heroína titular (Frances McDormand) es una profe de mates con la manía de decir lo que piensa, sobre todo si tiene delante a su marido (Richard Jenkins) o a su hijo (Devin Druid de joven y John Gallagher Jr. de adulto). A partir de su historia, Cholodenko construye una reflexión resonante sobre familia, vejez y pérdida.

'Juego de tronos' (2011-2019)

La adaptación de Benioff y Weiss de la saga 'Canción de hielo y fuego', de George R. R. Martin, enganchó a público diverso a pesar de (o gracias a) la densidad de su mapa geográfico y humano (o no), contribuyendo por el camino a convertir la fantasía en el 'mainstream' de nuestro tiempo. Incluso la academia televisiva superó su fantafobia para regalarle la cifra récord de 32 nominaciones a los Emmy (se llevó una docena) por su temporada de despedida en 2019. ¿Inmerecidas? A este cronista sí que le gustó el final.

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