El británico Andy Murray, tercer favorito, y la lesión en el hombro que arrastra desde hace meses, acabaron por apartar de la lucha por las medallas de Londres 2012 a Nicolás Almagro (6-4 y 6-1), último representante español en el cuadro individual masculino.

Las dolencias en el hombro derecho asomaron casi desde el principio en el murciano. Almagro había insistido en la necesidad de olvidar el dolor durante los partidos. No fue el caso ante Murray, una empresa mayor. Enchufado aún al buen nivel que demostró en Wimbledon, donde fue subcampeón.

Almagro, que ni siquiera pudo experimentar por primera vez las sensaciones de la pista central del All England Club, solo mantuvo el tipo durante cuatro juegos. En el quinto perdió el servicio. Y la concentración también. Buscó el hombro con frecuencia. Con gestos de dolor. Al tiempo que buscaba el auxilio de los técnicos españoles en la grada para indicarles que no podía más.

Murray siguió a lo suyo. Muy acertado con el saque -firmó 15 saques directos- el marcador le ayudó de forma impensable gracias a los numerosos errores del español, fuera del partido.

El escocés cerró el primer set en 32 minutos. Almagro aprovechó el parón para solicitar el auxilio del médico, que trató el hombro dañado durante unos minutos.

Para la vuelta al partido Nicolás Almagro ya se había marchado. Afrontó el segundo set como un trámite a cumplimentar. Mermado en lo físico y en lo moral. Más pendiente del dolor que de devolver la bola.

Cedió el saque de entrada y también en el quinto parcial. Murray siguió a lo suyo y acabó con el duelo en 59 minutos. Resguardó energías para momentos de mayor exigencia. Como los que le esperan a partir de ahora. El ganador del duelo entre el serbio Novak Djokovic y el francés Jo Wilfried Tsonga para la lucha por las medallas, en la que España no estará.