La selección española femenina de waterpolo se ha clasificado para las semifinales de la competición y luchará por las medallas tras derrotar en los cuartos de final a Gran Bretaña por 9-7.

A España no le tembló el pulso. Se impuso a un discutible arbitraje y al escenario. Dio lo mejor de sí misma para situarse en una posición que pocos hubieran vaticinado antes del inicio de la competición y está a una victoria de conseguir medalla.

Cuando mejor pintaban las cosas, con 8-5 en el inicio del último cuarto, las británicas, a base de garra, se pusieron en disposición de equilibrar el partido a 2:20 minutos para el final, aunque un tanto de Maica García a 27 segundos para la conclusión rubricó la definitiva victoria de España.

Jugó el equipo de Jordi Valls, técnico que hoy sustituyó al sancionado Miki Oca, sabiendo que la ocasión era única. Pocas veces tendrá la oportunidad de medirse en unos cuartos de final a un equipo de nivel tan inferior como hoy, pero para ello tuvo que firmar una inmaculada primera fase, con victorias sobre China y Hungría y un empate ante los Estados Unidos.

El inicio del partido fue complicado. Las británicas, impulsadas por un entusiasta público, se pusieron 1-2, aunque le dieron la vuelta a la situación con goles de Ona Meseguer y de Jennifer Pareja, está de penalti (3-2).

En cuanto España puso una marcha más, el partido parecía que se iba a cerrar. Así ocurrió en el segundo cuarto. Con más intensidad defensiva, un mayor aprovechamiento de las acciones con una jugadora de más y más participación de Laura Ester en la portería, las españolas lograron un parcial 3-0.

Marcaron Miranda, López Ventosa y Tarragó, con 6-2 las semifinales estaban más cerca. Sin embargo, las británicas reaccionaron (6-4), aunque dos tantos de Anni Espar puso nuevamente un buen margen de seguridad (8-4).

El entusiasta equipo británico consiguió entonces tres tantos consecutivos. Con 8-7, la piscina de A 1:30 para el final Laura Ester paró lo que podía ser el empate, después no acertó a la primera Maica García, pero sí a la segunda, y las de Oca respiraron. Una semifinal olímpica, la lucha por las medallas. Un sueño.